Sin embargo, la mujer asegura que lo había hecho para satisfacer la petición de su pareja Zachary Hamby, que habría seguido la violación a través su teléfono. Por su parte, Hamby negó las acusaciones aunque una audiencia determinará el mes de junio si el hombre padece una discapacidad mental.

La mujer se declaró culpable de cinco cargos de producción de pornografía infantil y de otros dos intentos. McDorman entró en prisión en marzo de 2019, cuando la encontraron escondida en el baño de un centro comercial con un grupo de niñas que estaba fotografiando.

La mujer admitió que ese era su modus operandi: capturar a jóvenes en lugares públicos del condado de St. Luis para retratarlos y compartir las imágenes con su pareja. La pederasta confesa usó los baños de parques, centros comerciales e incluso de un Walmart y una iglesia para cometer los delitos.

Además, los detectives encontraron en su teléfono imágenes de sus abusos hacia un niño y una niña que tenía en cautiverio.

Pese a declararse culpable, McDorman dijo haberlo hecha obligada por su novio y aclaró que sufre depresión y estrés postraumático por episodios que vivió durante su infancia. Howard Marcus, fiscal federal adjunto, informó que la mujer no había especificado cuáles habían sido.

Heather McDorman se declaró culpable tras llegar a un acuerdo con la fiscalía local, que le ofreció una condena de 25 años de prisión. El próximo 30 de agosto recibirá su sentencia.