Desde Estados Unidos hasta Australia, pasando por México, Portugal o Alemania, los manifestantes contra los gigantes de la agroquímica han salido a las calles de diversas ciudades.
Significativas han sido las protestas en Francia, concretamente en Rennes y en Montpellier.
Sólo en Estados Unidos, la multinacional, que afronta miles de procesos judiciales, ha sido condenada en tres ocasiones a indemnizaciones multimillonarias al considerarse el glifosato "un factor sustancial" en la aparición de linfomas cancerígenos.