Aparentemente, una de las víctimas murió en el hospital de Pemex, donde fue trasladada junto a otras cuatro personas heridas que sobrevivieron.
Supuestamente, los asesinos estaban persiguiendo a un sujeto que entró en la sala, donde se celebraba una fiesta de cumpleaños.
Testigos citados por el medio afirman que cuando empezó el tiroteo, el hombre perseguido usaba a los asistentes de la celebración como “escudos humanos”.
Las autoridades locales informaron que los atacantes huyeron del lugar donde la Policía ha acordonado el área. Poco después de la masacre, empezaron a circular por la Red escalofriantes imágenes de la escena del crimen, repleta de cuerpos ensangrentados tendidos en el suelo de la sala.
Mientras tanto, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, informó que “se activó un operativo para dar con los responsables”, y reiteró que “no habrá impunidad”. Asimismo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México confirmó el apoyo de las instancias estatales para capturar a los tiradores.