Este incidente se produce en medio de las protestas sociales que comenzaron el pasado 7 de febrero con quema de coches y graves disturbios con la Policía. Los manifestantes exigen la dimisión del presidente Jovenel Moïse y de su Gobierno por la galopante inflación y los casos de corrupción.
El primer ministro haitiano, Jean-Henry Céant, pidió calma el sábado por la noche en un discurso televisado en el que además se comprometió a combatir la corrupción. "La corrupción es uno de los principales problemas. Tenemos que luchar contra la corrupción", dijo.
El jueves el Departamento de Estado emitió una alerta de viaje de nivel 4 por la que recomienda "no viajar" por "delitos y descontento civil" y "manifestaciones generalizadas, violentas e impredecibles" en la capital, Puerto Príncipe, y otras ciudades. Además, ha ordenado la evacuación de todo el personal estadounidense no esencial y sus familias.
Las protestas han derivado en graves incidentes violentos, con quema y saqueo de comercios, y se han saldado hasta el momento con siete muertos y cientos de heridos, según la prensa haitiana. La oposición eleva el balance a unas 50 víctimas mortales.