A bordo del coche se encontraba un hombre, una mujer y un bebé, que se asustaron cuando varios manifestantes se subieron al capó de su vehículo y les lanzaron objetos.
El conductor pisó el acelerador para hacerlos caer y posteriormente huyó del lugar por temor a ser linchado.
Más tarde, el conductor visitó una comisaría para dar testimonios sobre lo ocurrido.