Los hechos ocurrieron en un centro comercial de Angers, en el noroeste de Francia.
El hombre sostenía una granada en la mano, que estaba conectada con varios explosivos alrededor del cuello. Su reivindicación era reunirse con el presidente francés en el marco de las protestas de los automovilistas por la subida de los impuestos a los carburantes.
(Fuente: Euronews)