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Tras triunfo demócrata en gobierno estatal se esperan reformas progresistas
Las elecciones del martes ratificaron que Nueva York es un estado demócrata, no solo por la manera masiva en la que simpatizantes de ese partido salieron a votar, sino porque además del cargo de Gobernador, que retuvo el actual mandatario estatal, Andrew Cuomo, las victorias de la ola azul se sintieron en todas las esferas del Gobierno, puestas a escrutinio en las urnas.
Cifras preliminares de las autoridades electorales revelan que unos 5,789,986 neoyorquinos salieron a votar en estos comicios, comparados con 3,924,990 en el 2014, lo que confirma los pronósticos que tenían varios candidatos que apelaron a motivar al electorado a salir a votar, como una manera de manifestarse contra el rumbo político que la Administración Trump le está dando al país. El incremento de votantes fue de casi el 50%.
En la curul del Senado federal se ratificó Kirsten Gillibrand, la Fiscalía estatal fue conquistada por la actual Defensora del Pueblo, Letitia James, en la Contraloría fue reelegido Thoma DiNapoli, la mayoría de las 150 curules en la Asamblea se mantuvieron con sello demócrata, y se ganó amplio terreno en el Senado estatal, con por lo menos 39 sillas de las 63 que lo integran. De esta manera, el partido del gobernador Cuomo arrebató el liderato real que los republicanos tenían en la cámara alta desde el 2010. En ese recinto legislativo de Nueva York, los republicanos perdieron 8 sillas, mientras que sus rivales en el cargo no soltaron ni una.
Pero más allá de la hazaña que para muchos candidatos nuevos como, Jessica Ramos, Julia Salazar, Catalina Cruz y Mónica Martínez, significó haber ganado el boleto que les permitirá sentarse a legislar en el Senado y la Asamblea en Albany, a partir de enero próximo, hay esperanzas de que, con el control total del Gobierno estatal, el Estado afiance su horizonte progresista y se aprueben leyes que por años han sido frenadas por los republicanos; eso parece dirigir el norte. Además por primera vez habrá una mujer afroamericana como presidenta de la mayoría en el Senado, la senadora Andrea Stewart-Cousins, quien ya anticipó que la meta será llevar a Nueva York por un rumbo de mayor justicia para las comunidades vulnerables que bajo el actual clima político federal están bajo ataque.
“Ahora de lo que se trata es de empezar a trabajar muy fuerte para sacar adelantes los proyectos que han estado quietos y que necesitan nuestras comunidades. Creo que afortunadamente estamos viendo una nueva ola, una nueva guardia, bajo nuestra nueva líder, quien ya ha prometido que podemos ejercer una agenda progresista, en la que una de las prioridades será codificar los derechos reproductivos de la mujer, luego de ver lo que sucedió en el tribunal supremo”, aseguró la senadora electa Jessica Ramos, quien junto a Julia Salazar serán las únicas hispanas en esa cámara.
La política de origen colombiano, dijo también que la llegada de sangre nueva a la Legislatura y de fuerza femenina, también es un llamado al partido demócrata para que no siga perdiendo su rumbo y desestimando a líderes jóvenes. “Es hora de asegurarnos de que los valores del partido y las caras del partido reflejen verdaderamente el pueblo que representan, a la gente que hay en nuestros barrios, en nuestros distritos, porque hay mucho potencial de personas con capacidades”, agregó la exasesora del alcalde De Blasio.
Ramos destacó además que urgen leyes que realmente sirvan de escudo para la comunidad inmigrantes, que se siente amenazadas ante la retórica y las acciones adelantadas por la Administración Trump. “Me gustaría ver que el estado de Nueva York sea por fin un estado santuario, pues no lo es. Es importante pasar leyes como las licencias de conducción, para todos y el Acta del Sueño, que voy a reintroducir, a fin de darle esa libertad a todas las personas que viven en Nueva York, sin importar su estatus migratorio”, recalcó la joven política, advirtiendo que “la única manera de hacerle frente a los abusos de Trump es que el gobierno estatal esté funcionando lo mejor posible” y que se cree un frente común en el que se defienda a los inmigrantes, a las mujeres y a los menos favorecidos.
“Sin oposición no hay democracia y ahora si podemos decir que a Trump se le van a poner más difíciles las cosas. Tenemos que asegurarnos de mantener ese control y de poder elegir a un presidente demócrata para el próximo mandato”, concluyó la senadora, al tiempo que agregó que otra de sus banderas en Albany será luchar por las leyes de renta que vencen el próximo año, para garantizar que haya vivienda asequible para todos, y meter en cintura a caseros abusivos.
Además de las licencias de conducción, la renta regulada y el Acta del Sueño, se espera que el Senado discuta son diligencia otros proyectos que se han quedado en el tintero, como el Child Victims Act, el cuidado de salud individual, el Acta de los derechos reproductivos, que reforzaría a nivel estatal las protecciones de Roe v. Wade, la contribución de campañas políticas, reformas al sistema judicial e incluso la legalización de la marihuana para uso recreacional.
Escrito Por
Redacción A
Thursday, November 8, 2018