Es el mensaje que el santo padre envió al comienzo de su visita de dos días a tierras irlandesas. Unas palabras que llegaban después de que el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, en un tono contundente, le pidiera que use su "influencia" y su "posición de mando" para que la Iglesia colabore en el esclarecimiento de todos los casos pendientes y futuros. El papa y Varadkar se dirigieron a una audiencia de unas doscientas autoridades y representantes del cuerpo diplomático en el Castillo de Dublín, adonde llegó el sumo pontífice para participar en el Encuentro Mundial de las Familias. Una cita, que está marcada por la cuestión de los abusos a menores.
"El fracaso de las autoridades eclesiásticas -obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros, a la hora de afrontar adecuadamente estos repugnantes crímenes ha causado indignación y sigue siendo una causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica. Yo mismo comparto esos sentimientos", afirmaba el santo padre en su discurso en la capital irlandesa el sábado.
El motivo principal del #PopeinIreland es presidir el Encuentro Mundial de las Familias #WMOF2018 pero su programa incluye algunas actividades no relacionadas a esta cita. #pápainÉirinn
La visita del papa ha generado protestas de algunas víctimas de los abusos. El sumo pontífice ha mantenido una reunión con varias de ellas que le han transmitido su sentir. Así, consideran que "las palabras son muy bonitas, pero quieren ver acciones".
(Fuente: Euronews)