El vocero de la cancillería, Lu Kang, dijo el martes que China estará “plenamente preparada para tomar un paquete de medidas necesarias” en defensa de sus intereses nacionales.
En Estados Unidos, una gama de empresas desde destilerías de whiskey hasta fábricas de automotores podrían verse afectadas por las represalias chinas. La lista de Beijing está diseñada para afectar a los agricultores y otros sectores estadounidenses que conforman la base política del presidente Donald Trump.
La fricción comercial amenaza con perjudicar a grandes empresas chinas como China Mobile. Una dependencia del Departamento de Comercio en Washington recomendó no otorgar licencias a la mayor telecom china por razones de seguridad nacional.
Lu calificó las advertencias de “especulaciones infundadas y restricciones irracionales” derivadas de una mentalidad propia de la Guerra Fría, y expresó la esperanza de que Washington tome medidas “conducentes a la confianza mutua”.
La Bolsa china ha caído casi 10% en las últimas semanas ante temores de una guerra comercial, y su moneda se ha devaluado fuertemente frente al dólar.
El gobernador del Banco Central, Yi Gang, dijo el viernes que la devaluación del 3% del yuan refleja un fortalecimiento del dólar y es “consecuencia de incertidumbres externas”. El yuan, cuya tasa de cambio está estrictamente controlada, se encuentra en su nivel más bajo desde diciembre.