El suceso ocurrió en la línea de alta velocidad entre Yokohama y Osaka. El incidente desató el pánico entre los viajeros hasta que uno de ellos activó la alarma de seguridad y provocó que el conductor detuviera el tren, que transportaba a unas 880 personas.
La policía arrestó al presunto agresor, de 22 años, que confesó haber cometido el ataque porque "se sentía frustrado". Sucesos de este tipo son muy poco habituales en los trenes bala nipones pese a que no existe ningún tipo de control de seguridad para acceder a ellos y al altísimo número de pasajeros que viaja en ellos.
(Fuente: euronews)