Estados Unidos trasladó oficialmente su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén el lunes, lo que generó protestas a lo largo de la Franja de Gaza y enfrentamientos con fuerzas israelíes que causaron al menos 52 muertos y centenares de heridos.
A menos de 100 kilómetros de las violentas protestas, funcionarios estadounidenses e israelíes se reunieron en Jerusalén para la inauguración de la embajada.
En comentarios via video, el presidente Donald Trump calificó el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén como un cambio largamente esperado. El presidente dijo que Estados Unidos “continúa comprometido con un acuerdo de paz duradero” entre Israel y los palestinos.
Anteriormente en un comentario en Twitter, Trump dijo “Un gran día para Israel”, pero no mencionó la violencia.
El primer ministro Israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la apertura de la nueva embajada de EE.UU. como un “día glorioso”. “Estamos en Jerusalén y estamos aquí para quedarnos. Gracias presidente Trump por tener la valentía de mantener su promesa”. El primer ministro aplaudió a las fuerzas de seguridad israelíes por proteger sus fronteras.
El yerno del presidente Trump, Jared Kushner, quien asesor de la Casa Blanca y parte de la delegación estadounidense dijo en la ceremonia: “Mientras presidentes antes que él no cumplieron su promesa de trasladar la embajada estadounidense cuando llegaran al poder, el presidente cumplió. Porque cuando el presidente Trump hace una promesa, la cumple”.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, dijo que trasladar la embajada “es una prioridad de seguridad nacional” y que Trump “quería el edificio de la embajada estadounidense en el lado correcto de la ciudad” en Jerusalén.
Ivanka Trump y Jared Kushner, hija y yerno y consejeros del presidente estadounidense, participaron, junto con cientos de dignatarios de ambos países, en la ceremonia.