NUEVA YORK._ La niñera dominicana Yoselyn Ortega, condenada ayer lunes en la tarde a dos cadenas perpetuas consecutivas, equivalentes a 200 años en la cárcel, lloró amargamente en la lectura de la condena y pidió perdón a los padres de los asesinados, señores Kevin y Marina Krim, quienes hablaron en una inusual ceremonia con la presencia de 9 de los jurados participantes en el juicio y el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus R. Vance Junior.
Los padres, quienes también responsabilizaron a la familia de Ortega por los homicidios de los menores el 25 de octubre de 2012, en el apartamento de la familia Krim, en la calle 75 en Manhattan, dijeron que ellos construyeron una familia exitosa, honorable y trabajadora, que fue destruida por la niñera y su familia.
El señor Krim, dijo que parte de los parientes de la ahora asesina convicta, la recomendaron hasta llegar al acoso, a sabiendas de su conducta desordenada.
“Pido perdón a los señores Krim, yo, no quise hacerlo y sé que destruí una familia”, dijo la niñera, sin poder las lágrimas que le salían a borbotones en el banquillo de los acusados, en la Corte Suprema Estatal de Manhattan.
Los señores Krim hicieron llorar a muchos en la abarrotada sala mientras hablaban sobre su terrible experiencia y cómo sobrevivieron.
Ortega permanecía con cara petrificada, mientras agotaban sus turnos ante el juez Gregory Carro.
Marina habló de la única hija sobreviviente de la pareja, Nessie, que tenía 3 años cuando mataron a sus hermanos.
"Cada vez que pide un deseo, siempre es para que Lulu y Leo vuelvan a nosotros. Nessie sabe que ese deseo nunca se hará realidad", dijo la madre, llorando. Los dos hijos de la pareja, "Félix y Linus, nacidos después de los asesinatos, nunca tuvieron la oportunidad de conocer a Lulu y Leo. Pero veo a Lulu y Leo viviendo con los tres niños todos los días".
"Mi familia y yo, creamos y construimos. La acusada y su familia, destruyeron y arruinaron", dijo Marina. "La acusada se propuso destruir lo que Kevin y yo habíamos creado y construido: una familia inspirada, feliz y próspera. Pero ella falló”.
El señor Krim calificó a Ortega como "una narcisista malvada y totalmente peligroso y un completo fracaso".
Y dirigiéndose al juez pidió: "confío en que no necesites este pedido del padre de Lulu y Leo después de todo lo que has escuchado y visto, pero lo haré de todos modos, en tu decisión de sentencia, por favor sigue la ley como siempre, asegurándote de que la demandada nunca pueda salir de prisión con vida”.
Añadió que "la acusada no sabe nada de responsabilidad o remordimiento. Ella tampoco debería saber nada de esperanza".
Dijo que la única forma en que él y su esposa sobrevivieron a su pesadilla fue a través del amor de los demás.
"Son las personas de Nueva York quienes nos rodearon con sus brazos en nuestro momento más oscuro: son lo que hace que esta sea la ciudad más grande del mundo", dijo.
"Pido una buena cantidad de bondad. A Dios. Para Marina. Para Kevin", dijo Ortega, resoplando mientras hablaba a través de un intérprete en español.
Pero el juez Carro no estaba teniendo en cuenta nada de eso, y señaló que Ortega se había negado rotundamente a disculparse desde su atroz crimen en 2012 y calificó su caso como "un mal puro".
LA ABOGADA
La abogada de Ortega, Valerie Van Leer-Greenberg, afirmó que el jurado se dejó influir únicamente por la emoción.
"Todavía la represento y ella no sabía lo que estaba haciendo como un bebé, un bruto o una bestia salvaje", dijo Greenberg al juez de Ortega, suplicando por lo que llamó "misericordia, no simpatía, sino misericordia, compasión."
Los miembros del jurado se miraron y sacudieron la cabeza con disgusto cuando la abogada afirmó que "no basaron su condena en el frío análisis de los hechos".
Antes del procedimiento, el jurado No. 11, David Curtis, taxista y actor, dijo que se presentó porque "solo necesitaba ver el final de esto".
EL FISCAL
El fiscal dijo en un comunicado posterior a la sentencia que hace cinco años, Yoselyn Ortega robó a Leo y Lulu Krim de sus padres, sus hermanos y a la comunidad de Manhattan. “Leo y Lulu nunca vivirán las vidas que los precedieron, y ahora su implacable asesina vivirá el resto de su vida en prisión”.
El fiscal añadió que "al igual que millones de neoyorquinos y generaciones de padres que trabajan antes que ellos, Marina y Kevin realizaron entrevistas, requirieron referencias y contrataron a una cuidadora que se ganó su confianza y cuidó a sus hijos sin incidentes durante más de dos años. Yoselyn Ortega violó esa confianza de la forma más horrenda posible, trayendo un final extraordinariamente violento a dos vidas jóvenes y preciosas, y una pérdida indescriptible y perdurable para toda la familia Krim”.
Dijo que expresaba su admiración por Marina y Kevin, cuyo valor no puede exagerarse. “A raíz de esta tragedia inconcebible, han convertido su dolor en un objetivo, siguiendo el legado de sus dos hijos a través de su determinación de ayudar a los demás. Tienen mi firme apoyo mientras trabajan para mejorar la seguridad y la integridad del proceso de cuidado infantil para todos los neoyorquinos, y para llevar su poderoso plan de estudios Choose Creativity a más comunidades".
-MiguelTejada-