Un alemán mató este sábado a dos personas al embestir una camioneta contra la terraza de un restaurante en Münster, en el noroeste de Alemania, y después se suicidó, un hecho ante el que las autoridades descartaron la pista de un atentado yihadista.
"No hay ningún indicio por el momento de una conexión islamista", anunció Herbert Reul, ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, la región donde se encuentra Münster.
Reul añadió que el conductor del vehículo era un "alemán y no, como se ha afirmado, un refugiado".
Varios medios alemanes, entre ellos el diario Süddeutsche Zeitung y la cadena de televisión pública ZDF, identificaron al hombre como Jens R., nacido en 1969 y quien sufría problemas psicológicos.
ZDF aseguró que había intentado suicidarse "hace poco" y que el vehículo, una camioneta gris oscuro según las fotografías tomadas en el lugar, estaba matriculado a su nombre.
Según la cadena n-tv, hace poco había proclamado también su intención de suicidarse y de hacérselo saber al mayor número posible de personas. El individuo vivía en Münster y la policía encontró un rifle de asalto en su apartamento, según la revista Der Spiegel.
El hombre embistió la camioneta contra los clientes que se encontraban en la terraza de un restaurante muy concurrido, sobre todo por turistas, del centro de esta ciudad de 300.000 habitantes.
Tras proporcionar un balance de al menos tres muertos, las autoridades lo revisaron a la baja, a dos muertos y 20 heridos, de los que "una decena" se encuentran graves.
Según declaraciones del ministro regional del Interior recogidas por el diario Westfälische Zeitung, los fallecidos eran empleados del restaurante.
Poco después del atropello, el asaltante se suicidó de un disparo "en su vehículo" cerca del establecimiento, según las autoridades. Un "objeto sospechoso" fue descubierto en la camioneta, por lo que los artificieros se desplazaron hasta el lugar para neutralizarlo ante la posibilidad de que se tratara de un explosivo.
- Terrazas llenas -
Los hechos se produjeron hacia las 03:30 p.m. (hora local) en el centro de Münster, en un momento en el que las terrazas estaban llenas de gente en una jornada soleada.
"Escuchamos un fuerte ruido y gritos, y llegó la policía", narró en la cadena n-tv un trabajador del restaurante. "Mucha gente gritaba, estoy enojado, es totalmente cobarde hacer algo así", añadió.
La llegada del vehículo a toda velocidad en la plaza histórica provocó pánico entre los viandantes. En las redes sociales circulaban imágenes en las que se veían sillas volteadas y rotas.
Poco después se desplegaron en la zona policías, algunos fuertemente armados, y bomberos.
- Merkel, "conmocionada" -
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo estar "profundamente conmocionada" por "los terribles acontecimientos" de Münster. "Se hará todo lo necesario para esclarecer este hecho y apoyar a las víctimas y sus allegados", dijo la jefa del Ejecutivo alemán en Twitter.
Los hechos se producen en un contexto de tensión en Alemania.
Las autoridades del país están en alerta desde hace un año y medio debido a varios atentados islamistas perpetrados o planificados en el país, especialmente el de un camión que embistió en un mercado de navidad en diciembre del 2016 en Berlín, matando a 12 personas.
Los movimientos islamistas potencialmente violentos aumentaron en el país en los últimos dos años. Los servicios de inteligencia interior calculan que en Alemania hay unos 10.000 islamistas radicales, de los que 1.600 podrían pasar a la acción violenta.
Además del atentado con el camión de Berlín, el grupo Estado Islámico reivindicó en el 2016 un asesinato en Hamburgo (norte); un atentado con bomba en Ansbach (sur) que dejó 15 heridos y mató al asaltante; y un ataque con hacha en un tren en Baviera, con cinco heridos.
Varios de estos actos los cometieron solicitantes de asilo, lo que motivó que se acusara a la canciller Angela Merkel de poner en riesgo a su país al abrir las puertas a cientos de miles de refugiados en el 2015 y el 2016.
(Fuente: El Comercio)