El motín se inició a las 22.00 horas del sábado (03.00 GMT del domingo) en el penal estatal de La Toma, asentado en el municipio montañoso de Amatlán de Los Reyes, donde los 1.300 reos demandaron la destitución del director y del jefe de custodios del reclusorio.
Agentes del grupo antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz ingresaron al centro de readaptación social para tratar de controlar la revuelta de internos, acusados de distintos delitos tanto del fuero común como del federal.
El Gobierno estatal, en un comunicado de prensa, informó que al entrar, los policías fueron repelidos por reos que se habían apoderado de algunas herramientas de la carpintería y prendieron fuego a colchones.
Siete policías murieron durante el operativo, que concluyó alrededor de las 06.00 de este domingo (11.00 GMT), cuando las fuerzas de seguridad recuperaron el control del penal.
La quema de colchones, señaló el boletín, “pudo haber provocado la asfixia de los elementos policiacos”. Peritos de la Fiscalía General del Estado analizan las causas del fallecimiento de los agentes.
Trascendió que al menos 10 reos resultaron heridos durante la operación. A las afueras de la prisión, miembros de la Policía Federal, la Marina-Armada de México, la Policía Estatal y la Policía Militar resguardaban las instalaciones para evitar que familiares de los internos ingresaran.
Familiares de los presos encararon a los uniformados y exigieron que el gobernador Miguel Ángel Yunes llegara al lugar para informar sobre la situación.
El oriental estado de Veracruz ha estado sumido en una espiral de violencia en la última década debido a la presencia de bandas de narcotraficantes.
(Fuente: El Nuevo Diario)