La noticia de la muerte de madrugada de Arnaud Beltrame la dio el ministro francés del Interior, Gérard Collomb, quien, igual que hizo minutos después el presidente Emmanuel Macron, elogió a este teniente coronel de 44 años que se prestó a cambiarse por la mujer a la que Lakdim retenía al hacerse fuerte en el interior del Super U de Trèbles, a pocos kilómetros de la ciudad de Carcasona (sur).
Macron dijo que Beltrame, “caído como un héroe”, había mostrado “un valor y una abnegación excepcionales” que “merece respeto y admiración de toda la nación”.
El oficial estaba en situación crítica cuando sus colegas del Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN) entraron ayer por la tarde al asalto en el supermercado al sospechar que el terrorista, al que abatieron, le había disparado.
Antes de ese desenlace, en el que otros dos agentes resultaron heridos por disparos, el yihadista, de 25 años y con doble nacionalidad de Marruecos -donde había nacido- y Francia, ya había dejado en las horas anteriores un reguero de otros tres muertos y una docena de heridos.
A media mañana Lakdim -que vivía en Onazam, un barrio popular de Carcasona- atacó con una pistola a dos hombres para robarles el coche. Mató a uno de ellos y dejó malherido al segundo.
En un cuartel de policía próximo, su siguiente objetivo fue un grupo de agentes que volvía de entrenarse con una carrera matutina. Uno recibió un tiro que le perforó el pulmón.
De ahí, el yihadista se marchó al supermercado de Trèbes, donde nada más entrar mató a un empleado y a un cliente mientras afirmaba ser un “soldado del Estado Islámico dispuesto a morir por Siria”.
Después de sembrar el pánico entre el medio centenar de personas que había en el establecimiento, se pertrechó en el interior con una mujer, por la que se cambió Beltrame, que aprovechó para dejar su teléfono móvil encendido sobre una mesa para que los otros gendarmes en el exterior pudieran seguir lo que ocurría.
Las fuerzas del orden recurrieron a la madre y a las hermanas del terrorista, pero eso no le hizo deponer su actitud, y finalmente fue abatido por las fuerzas de seguridad.
Horas después, la Fiscalía antiterrorista anunció que se había producido una primera detención en el entorno de Lakdim, su novia de 18 años, a la que durante la noche se añadió un menor de 17 años y amigo del atacante al que se investiga por el cargo de pertenencia a una organización terrorista criminal.
La Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial que se encarga del caso trata de encontrar a posibles cómplices, empezando por su círculo más próximo, y también determinar por qué no se detectaron signos de que este joven con antecedentes como delincuente común (cumplió una condena de cárcel en 2016) se estaba radicalizando.
El fiscal de París, Françóis Molins, y el ministro de Interior, Gérard Collomb, reconocieron que estaba fichado y que había sido objeto de vigilancia por los servicios secretos a partir de 2014 por sus relaciones con el movimiento salafista.
Entre 2016 y 2017 los servicios secretos le volvieron a vigilar pero no detectaron ningún “signo precursor” que les pudiera hacer sospechar que iba a cometer una acción terrorista, según el fiscal.
Desde 2008, según un policía citado por “Libération”, se tenía identificado a un grupo integrista de una decena de personas en Carcasona influido por el Tabligh, un movimiento cuya estructura directiva para el sur de Europa se sitúa en Barcelona.
Por eso se investigaban sus desplazamientos a esa ciudad. Según el canal “BFMTV”, Lakdim fue sometido a un control por la policía el 16 de enero de 2016 cuando entraba en Francia por la frontera española acompañado de otro individuo, y ambos dijeron que volvían de acompañar a un conocido al aeropuerto de Girona.
(Fuente: El Nuevo Diario)