Los 27 han añadido una cláusula al proyecto de acuerdo, coincidiendo con la reanudación de las negociaciones en Bruselas, el martes.
Ésta prevé un "mecanismo" que permitiría suspender algunos beneficios para el Reino Unido, como su participación en el mercado único. Tal y como explica The Guardian, sería así si la justicia europea no fuera capaz de dar una solución a un problema en un plazo apropiado.
Durante los 21 meses de transición que seguirán al divorcio, el 29 de marzo de 2019, Londres deberá seguir el reglamento común, pero no podrá intervenir en las decisiones de la Unión.
Esta nueva cláusula no hace más que aumentar la presión sobre la primera ministra Theresa May y profundizar la brecha en su formación. Los diputados a favor del brexit temen que el Reino Unido se convierta en lo que denominan un "Estado vasallo".