Condenan a 175 años de prisión a Larry Nassar, el médico olímpico que abusó de más de 150 niñas
Larry Nassar pasará el resto de sus días entre rejas. El médico del equipo olímpico de gimnasia de Estados Unidos, así como de la Universidad de Michigan, ha sido condenado a una pena de un mínimo de 40 años de prisión y un máximo de 175 años por abusar sexualmente de decenas de deportistas de élite, muchas de ellas menores, durante más de dos décadas.
  
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La sentencia cierra uno de los episodios más truculentos de la historia del deporte estadounidense, un escándalo de proporciones gigantescas que ha dejado profundos traumas físicos y psicológicos en las 156 niñas y mujeres que han acusado a Nassar durante los siete días que ha durado el juicio. “Acabo de firmar su sentencia de muerte”, le dijo la jueza, Rosemarie Aquilina, al pronunciar el veredicto, celebrado con abrazos y lágrimas por las víctimas del galeno.

“Así como ha sido un honor y un privilegio escuchar a mis hermanas supervivientes, es también un honor y un privilegio dictar sentencia en su contra”, afirmó la magistrada, que se ha convertido en una heroína de las víctimas de los abusos sexuales por la manera en que ha conducido el juicio. “Usted, señor, no merece volver a caminar nunca más fuera de la prisión”.

Y así será porque Nassar tiene 54 años y, al castigo que ha recibido este miércoles, tiene que sumar otra pena de 60 años de cárcel a la que fue condenado el año pasado tras declararse culpable de varios cargos de pornografía infantil. De nada le ha servido el permanente gesto contrito de cordero degollado que ha exhibido durante el juicio o la disculpa que dedicó en su alegato final a las víctimas. “No hay palabras para expresar cuánto lo lamento”, les dijo.

Antes de demostrarse su condición de pederasta y depredador sexual, Nassar estuvo considerado como uno de los galenos más prestigiosos del deporte olímpico estadounidense. “Un profesional milagroso, que puede curar a cualquiera o cualquier cosa”, según explicó durante la vista la gimnasta, Jade Capua, una de sus víctimas. “Pensando de forma retrospectiva en cómo estas palabras calaron en mi mente ingenua, todo lo que puedo pensar ahora es que este hombre, con unas credenciales tan reputadas, no es más que un monstruo que me dejó con más dolor y cicatrices de las que arrastraba cuando entré en su clínica”, añadió la gimnasta.  

Desde los años 90 su consulta fue una cámara de los horrores. Nassar se aprovechó de la confianza de las deportistas para manipularlas sicológicamente, penetrarlas vaginalmente y analmente con sus dedos sin ninguna justificación médica o masturbarse mientras las manoseaba. “Hay que ser un enfermo pervertido para asaltar a unas niñas y hacerlo mientras sus padres están en la consulta”, aseguró la fiscal.

No solo eso, sino que adornó su despachó con fotografías de esas mismas niñas a las que traumatizó en la mesa camilla. Entre su elenco de víctimas está lo más granado de la gimnasia estadounidense. Medallistas olímpicas como Aly Raisman, Gabby Douglas, McKayla Maroney o la pentamedallista en Río, Simone Biles.

"Me dolía la vágina al competir"

“Larry es la clase de abusador más peligroso que existe. Un tipo capaz de manipular a sus víctimas a través de metodologías fríamente calculadas, presentándose como alguien sensible y preocupado para asegurarse un flujo continuo de niñas a las que asaltar”, declaró durante el juicio la gimnasta Rachel Dellhollander. “Por culpa de este hombre, me dolía la vagina cuando competía. Es tan asqueroso que cuesta decirlo en alto”, testificó Amy Lambadie.

A pesar del dolor, el trauma y la humillación expresada por las más de 150 víctimas que han desfilado por el tribunal de Lansing (Michigan) durante las siete jornadas que ha durado el juicio, la vista ha servido también de catarsis colectiva para todas ellas, que se atrevieron a romper años de silencio con la esperanza de que se hiciera justicia.

Demostración de complicidad

En todo momento, contaron con la complicidad de la jueza Aquilina, que les dio tanto tiempo como necesitaron para relatar su historia, intercediendo ocasionalmente para consolarlas y empoderarlas, más como una terapeuta que como una fría administradora de la justicia. “La jueza Aquilina es increíble. Ha administrado justicia de un modo poderoso, empático y humilde, en una demostración de cómo tiene que ser el sistema de justicia”, escribió una internauta en las redes sociales.

El juicio contra Nassar ha puesto también de relieve la miopía, rayana en el encubrimiento, del órgano directivo del equipo de gimnasia olímpica estadounidense. Tanto su presidente como varios de los miembros de su junta directiva han presentado su dimisión y posiblemente tendrán que responder a varias demandas civiles ya presentadas en los tribunales. 


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Escrito Por Redacción A
Thursday, January 25, 2018
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