Desde el 1 de enero de 2018 las oficinas de reclutamiento estadounidenses tendrán luz verde para alistar a personas transgénero. El Gobierno de Donald Trump desiste de su lucha en los tribunales para vetar a este colectivo en las filas del ejército.
En julio el presidente estadounidense sorprendió con una declaración en la que aseguraba que revertiría la decisión de Obama de permitirles servir abiertamente en las fuerzas armadas. Se estima que unos 4.000 miembros del ejército son transgénero, y esta andanada de Trump les ponía en una situación difícil.
En apenas un año de mandato Trump ha dejado sin efecto las medidas federales que protegen a los transgénero de la discriminación en el lugar de trabajo y la directiva que permitía a los estudiantes de las escuelas públicas usar el baño que se correspondiera con su género real y no el de nacimiento.
(Fuente: euronews)