México está a las puertas de romper todos los récords sangrientos. A falta de un mes para cerrar el año, 2017 está abocado a reventar el techo de asesinatos marcado en 2011, el epicentro de la llamada guerra contra el narco impulsada por el entonces presidente Felipe Calderón. Tras los datos de noviembre hechos públicos este viernes por la noche, la tasa acumulada alcanza los 26.573. Son 80 asesinatos al día.
Con una media mensual de más de 2.000 muertes dolosas, México está a un paso de superar los 27.199 de 2011. Desde la salida de los militares a patrullar las calles en diciembre de 2006, los índices de asesinatos -homicidios dolosos, el delito más relacionado con el crimen organizado- se dispararon hasta el pico de 2011, para ir después ir disminuyendo hasta marcar un suelo en 2014, un año en el que paradójicamente se produjeron dos sucesos de gran potencia simbólica: la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la matanza de civiles a manos del ejército en Ttatlalya.
En los tres años siguientes, mientras se sucedían las detenciones o muertes de los grandes capos, las cifras volvían a entrar en ebullición hasta la última cifra de noviembre, un mes en el que el Gobierno de Peña Nieto ha perpetuado el uso policial del Ejército en el país con la entrada en vigor de la llamada La ley de Seguridad Interior.
Descabezados los grandes carteles, la atomización de los grupos del crimen organizado ha provocado una nueva lógica violenta, protagonizada por una galaxia de pequeñas células autónomas que han extendido además sus redes otro tipo de delitos: extorsión, robo, trata. El supuesto oasis que durante años representó la capital Ciudad de México frente al crimen organizado ha terminado por evaporarse con acciones inéditas como el operativo militar de este verano en el sur de la ciudad para liquidar a un capo mediano. Baja California, la perla turística del pacífico, ha registrado en los últimos cuatro años una crecida de asesinatos de más del 400%.
Noviembre marca también un punto de inflexión en el modo de recabar las estadísticas oficiales en México. La secretaría de Gobernación filtró durante la semana una lista donde aparecen desagregados 31 nuevos delitos, contabilizados durante los últimos tres años. Cumpliendo una larga demanda de las organizaciones sociales, se desglosan el número de investigaciones relacionadas con los feminicidios. La única fuente federal fiable que se disponía hasta ahora era el instituto nacional de estadística (INEGI). Más de 1500 investigaciones fueron abiertas por feminicidio. Vinculadas a la violencia contra las mujeres, se registran también en apartados independientes cifras sobre abuso (41,580), acoso (1.540), hostigamiento (2.670) y violencia de género (5.101).
Entre los datos más potentes, resaltan también las denuncias presentadas por violencia intrafamiliar, que superan la estratosférica cifra de 400.000, mayor que cualquiera de los demas apartados acumulando los tres años contabilizados. Otros delitos de los que ya se tienen cifras son: cometidos por servidores públicos (36,478), corrupción de menores (5,489), delitos electorales (1,840), aborto (1,540), trata de personas (1,034), tráfico de menores (467) e incesto (76).
(Fuente: El Pais)