A las 18:00 horas locales (2100 GMT) cerraron las casi 30.000 mesas receptoras de votos en todo el país y se dio inicio al conteo de los sufragios.
Los analistas han coincidido en que el resultado será muy estrecho, lo que torna en inciertos los resultados.
Los representantes partidistas de ambos candidatos anunciaron el reforzamiento de los apoderados en las mesas para vigilar el conteo de sufragios y defender votos.
Esta es la primera elección presidencial en que participan los chilenos que viven en el extranjero, donde se impuso Guillier con un 71,13% frente al 28,87% de Piñera. Los cerca de 40.000 votantes chilenos en 62 países representan sólo un 0,18% del conteo nacional.
Las encuestas pronosticaban en la primera vuelta de noviembre la victoria de Piñera, un ingeniero comercial, de 68 años, pero la elección se rodeó de incertidumbre después de que el multimillonario empresario logró un 36,6% de los votos, menos sufragios de los esperados, mientras Guillier, un periodista y sociólogo de 64 años, obtuvo un 22,7%.
El tercer lugar fue para Sánchez, del izquierdista Frente Amplio, FA, con un inesperado 20%. Según los analistas el comportamiento de los adherentes del Frente decidirá al ganador de la elección.
Algunos de los principales líderes del FA anunciaron que votarían por Guillier para expresar su rechazo a Piñera, aunque declinaron llamar a sus adherentes a imitarlos.
El FA nació a comienzos de año en rechazo a la oficialista NM, y demandan cambios radicales como el fin al actual sistema de pensiones, educación gratuita universal y la condonación de la deuda que medio millón de universitarios mantienen con la banca chilena y un impuesto a los más ricos.
Piñera no es partidario de la educación gratuita y dijo que de ganar otorgará gratuidad al 90% de los jóvenes más pobres. Guillier anunció que seguirá avanzando con la reforma de Bachelet en educación.
Las encuestas electorales están prohibidas en el país en las semanas previas a los comicios, pero los analistas dicen que la carrera electoral parece estar abierta.
Chile se resintió por la bajada del precio y de la demanda internacional del cobre, pilar de su economía. La desaceleración económica y el descontento de los chilenos hacia Bachelet ayudaron inicialmente a Piñera, que terminó su mandato (2010-2014) con un índice de aprobación bajo.
Piñera propone rebajar los impuestos a los empresarios para reactivar el crecimiento, concretar la inversión de unos 40.000 millones de dólares de proyectos que están paralizados.
El voto en Chile es voluntario y en noviembre sufragó el 46%.
Guillier promete dar continuidad al plan de Bachelet de subir los impuestos a las corporaciones para financiar en parte la reforma educativa, establecer una asamblea constitucional y mejorar el sistema de pensiones y el sanitario. También quiere profundizar la diversificación de nuevas fuentes de energía alternativas para reducir los costos de inversión.
(Fuente: Listin Diario)