Nueva York.- Las principales autoridades y activistas de Nueva York rechazaron este sábado el plan tributario aprobado en la madrugada por el Senado federal que deberá ser armonizado con el de la Cámara Baja antes de llegar al despacho del presidente Donald Trump.
“Los republicanos han votado por un plan que ni siquiera tuvieron tiempo de leer. Una vez más probaron que les importan más sus donantes de campaña que las familias trabajadoras”, indicó el alcalde Bill de Blasio en un comunicado tras agregar que esta votación significa un incremento de impuestos para 87 millones de familias.
“Votaron para recortar 25 millones de dólares del Medicaid. Votaron para despojar a 13 millones de personas de sus seguro médico. Votaron para darle un respiro a las grandes compañías a costa de los bomberos, policías y maestros de de las ciudades”, fustigó De Blasio.
En el mismo tono, el gobernador Andrew Cuomo dijo: “Este plan tributario va a golpear muy duro a Nueva York. Los republicanos del Congreso le están robando a los neoyorquinos miles de millones de dólares, poniendo en peligro la salud de los estadounidenses y explotando el déficit federal”.
Cuomo señaló en un comunicado que el proyecto de ley se financia en gran parte eliminando casi por completo las deducciones de los impuestos estatales y locales, “un principio fundamental que sustenta nuestra ley fiscal desde sus inicios”.
“Eliminar esta deducción significa que Nueva York servirá efectivamente como una alcancía para financiar recortes de impuestos para otros estados”, lamentó.
Convocan a marcha
El llamado a la movilización para elevar una voz de protesta que llegue a los oídos de Washington no se hizo esperar. Esta tarde funcionarios electos y activistas fueron convocados por New York Communities for Change, Working Families Party, Center for Popular Democracy entre otras agrupaciones para marchar desde Foley Square hasta Wall Street.
Bajo el hashtag #GOPTaxScam expresarán su descontento con lo que consideran es un golpe para la clase trabajadora y un regalo para los más pudientes del país.
“El dinero que fluye de los servicios públicos, como la salud y la educación, terminará en los bolsillos de los multimillonarios y las corporaciones”, indicaron.
(Fuente: El Diario)