Durante la lectura del veredicto Praljak, de 72 años de edad, se levantó y gritó "no soy un criminal de guerra". Entonces, ante la atónita mirada del juez, bebió el contenido líquido de un vasito, que guardaba en una botella mientras el tribunal dictaba sentencia.

El juez decidió suspender la sesión y llamar a un médico después de que la abogada de Praljakk dijera que su cliente había ingerido veneno (lee la crónica de lo sucedido).

Praljak había recurrido la condena dictada contra él en 2013 por crímenes en la Guerra de Bosnia (1992-1995).

Responsable de la destrucción del puente de Mostar

El político y general croata del Ejército Croata comandó las fuerzas croatas bosnias, conocidas como HVO, de julio a noviembre de 1993.

Durante este tiempo, Praljak y sus aliados intentaron establecer la República Croata de Herzeg-Bosnia, nunca reconocida internacionalmente, con la histórica ciudad de Mostar como su capital.

La república de Herzeg-Bosnia fue declarada por los bosniocroatas en 1993, pero como parte del acuerdo de paz de 1994, se fusionó con la Federación de Bosnia y Herzegovina que existe a día de hoy.

Praljak fue acusado de seis cargos por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia y condenado a 20 años de prisión el 29 de mayo de 2013.

"Se informó a Praljak del hecho de que los miembros de las fuerzas armadas estaban retirando y poniendo en detención a la población musulmana de Prozor desde julio hasta agosto de 1993", indica  el Tribunal Penal Internacional de la ONU en su informe sobre el caso, en el el que añade:

"Sabía que se cometerían crímenes en el municipio de Mostar, en particular asesinatos; la destrucción de edificios en Mostar oriental (incluidos los del mezquitas y el Puente Viejo); y el ataque y las heridas a miembros de organizaciones internacionales.

Facilitó el asesinato de musulmanes que no pertenecían a ninguna fuerza armada (...) No hizo ningún esfuerzo serio para poner fin a la comisión de crímenes cometidos por las fuerzas armadas de la HVO".

Praljak comenzó el proceso el 5 de abril de 2004, es decir, hace 13 años y casi 8 meses, pero a diferencia de los otros cinco croatas en el caso, se negó a ir a la custodia temporal en Croacia. Praljak pasó, por lo tanto, casi todo ese tiempo en detención en la prisión de Scheveningen, en La Haya.