Egipto llora a sus muertos y promete venganza por lo sucedido. Los sucesos del ataque de este viernes en la mezquita sufí Al Rauda, en el Sínai, se van esclareciendo poco a poco mientras el país guarda luto por la que es la acción terrorista más sangrienta de la historia de este país.
Se sabe que entre las 305 victimas hay 27 niños y que otras 128 personas permanecen heridas. Algunos testigos de lo ocurrido apuntan a que los atacantes, al menos 15, hicieron detonar un explosivo para a continuación abrir fuego desde las puertas y ventanas del templo. Enarbolaban banderas del autodenominado Estado Islámico.
"Estamos en shock después de semejante barbarie", dice en El Cairo un ciudadano. "Tenemos que erradicar el terrorismo. Trabajaremos con el Gobierno y con el ejército para combatirlo".
"Quiero una respuesta firme ante esto", nos dice otro hombre. "No podemos despertarnos cada día y echarnos a llorar. Todos los días escuchamos que alguien murió. Estamos hartos".
El presidente Al Sisi, que ha prometido una respuesta firme y contundente, ordenaba bombardear este mismo sábado posiciones yihadistas en el norte del Sinaí, sin duda la zona más conflictiva del país a lo largo de los útimos años. Numerosos grupos terroristas, además del propio Daesh, operan en esta zona.
(Fuente: euronews)