En los comicios, regidos por un nuevo sistema electoral proporcional, que sustituyó al binominal vigente desde la recuperación de la democracia en 1990, se renovarán además 23 escaños del senado, toda la Cámara de Diputados, de 155 bancas y 278 consejeros regionales.
Es la séptima vez desde 1990 que los chilenos eligen presidente y deben hacerlo entre ocho candidatos, entre ellos dos mujeres, que representan todo el arco político, desde la ultraderecha nostálgica de Augusto Pinochet hasta la extrema izquierda marxista leninista admiradora de Stalin y de Kim Jong-un.
De derecha a izquierda, el arco va desde José Antonio Kast, un diputado admirador de Pinochet, hasta Eduardo Artés, un profesor jubilado que admite que sus proyectos son tan radicales a la izquierda que no podrían materializarse sin una revolución.
Más al centro están el empresario Sebastián Piñera, el favorito; la democristiana Carolina Goic, que busca un renacer de su partido; el oficialista Alejandro Guillier que promete continuar las reformas de Michelle Bachelet.
El populista Marco Enríquez-Ominami; Beatriz Sánchez, que busca consolidar al izquierdista Frente Amplio y el senador Alejandro Navarro, admirador de Hugo Chávez y el proceso bolivariano.
El magnate conservador Sebastián Piñera, desde hace más de un año primero en las encuestas, es el favorito para volver a La Moneda, tras haber presidido Chile entre 2010 y 2014.
La única incógnita en torno a su candidatura es si podrá ganar este mismo domingo, en la primera vuelta, aunque se ve improbable que alcance la mitad más uno de los votos, que no serán tantos como apunta el padrón.
El ministro Secretario General de la Presidencia, Gabriel de la Fuente, admitió que el Gobierno espera la concurrencia de unos 6,5 millones de votantes.
Los analistas coinciden en que a más abstención, mejores son las opciones de Piñera, que cuenta con la fidelidad de un núcleo “duro” de votantes más voluminoso que sus rivales.
(Fuente: Almomento.net)