BARCELONA, España (AP) — En una de las jornadas más trascendentes de la historia española reciente, el Parlamento regional catalán votó declarar unilateralmente la independencia el viernes, a lo que el gobierno central replicó de inmediato asumiendo poderes constitucionales especiales para impedir la secesión.
El presidente del gobierno español Mariano Rajoy disolvió el gobierno y el Parlamento catalanes y convocó a elecciones regionales para el 21 de diciembre tras la declaración de independencia en Cataluña.
La medida es parte de las acciones de emergencia aprobadas por el Senado ante el anuncio de autodeterminación catalana.
Es posible que la destitución de los líderes encuentre una feroz oposición en Cataluña, donde miles celebraron el viernes la declaración de independencia.
Rajoy dijo que decidió “convocar cuanto antes esas elecciones libres, limpias y legales que puedan restaurar la democracia en la comunidad autónoma”.
Los nuevos poderes también le permitirían al gobierno tomar el control de la policía y los órganos de prensa estatales.
“Hoy el Parlamento de Cataluña ha aprobado algo que en la opinión de una gran mayoría de personas no sólo va contra la ley sino que es un acto delictivo”, declaró Rajoy.
La decisión del Senado de autorizar al gobierno a asumir el control de Cataluña anula el voto independentista del Parlamento regional, que en todo caso era un acto simbólico porque es casi seguro que el Tribunal Constitucional lo rechazará.
Sin embargo, la lucha en torno al futuro de Cataluña dista de estar resuelta.
El despojo de los poderes locales por Madrid probablemente será visto por los catalanes como un acto humillante y provocador. Se ha convocado a protestas el domingo, y los empleados del gobierno regional podrían aplicar un plan de desobediencia y retiro de cooperación.
Para colmo, la elección anticipada prevista podría dar lugar a un Parlamento independentista, aunque encuestas recientes indican que los catalanes están divididos en forma pareja a favor o en contra de la secesión, a la que algunos se oponen enérgicamente.
Por su parte, un vocero de la fiscalía dijo que se presentarán cargos de rebelión contra los responsables del voto independentista.
La fiscalía intenta determinar si los cargos se presentarán solamente contra el destituido presidente regional Carles Puigdemont y su vicepresidente Oriol Junqueras y también contra ministros y legisladores, dijo que vocero, que habló bajo la condición reglamentaria de anonimato.
Dijo que los cargos se presentarían el lunes.
La ley española castiga la rebelión con hasta 25 años de prisión, o menos si no se producen actos de violencia.
La dramática jornada, llena de discursos emotivos y escenas tanto de júbilo como desesperación, fue al corazón de la historia política y cultural de España.
La constitución de 1978, tras décadas de dictadura de Francisco Franco, creó un estado descentralizado con 17 regiones autónomas, Cataluña entre ellas. Las regiones gozan de amplios poderes administrativos y legales. Pero la constitución también dice que el país es “indivisible”.
Cataluña tiene su propia cultura e idioma. La campaña por la independencia comenzó en 2010, cuando el Tribunal Constitucional rechazó componentes cruciales de una carta que le hubiera dado mayor autonomía y la hubiera reconocido como nación dentro de España.
Cataluña representa la quinta parte del PBI español y muchos quieren que los impuestos generados por la región se queden ahí.
Los legisladores separatistas festejaron con una ovación y cánticos cuando la presidenta de la cámara, Carme Forcadell, anunció que la moción de independencia había sido aprobada. Los legisladores entonaron el himno catalán mientras Puigdemont y Junqueras se estrechaban en un abrazo.
Fuera del Parlamento, miles de manifestantes prorrumpieron en vítores, cánticos al ver los resultados de la votación en una pantalla gigante.
“Hoy el Parlamento ha cumplido la medida largamente deseada y por la cual se ha luchado… En los próximos días debemos atenernos a nuestros valores de pacifismo y dignidad. Está en nuestras, vuestras manos construir la república”, dijo Puigdemont.