Rosselló aprovechó una conferencia de prensa ofrecida junto a una delegación del Congreso de EEUU que viajó a Puerto Rico para conocer de primera mano los efectos del huracán María para reiterar que ese objetivo debe cumplirse.
“No es aceptable que el servicio tarde en recuperarse un año”, subrayó Rosselló, tras apuntar que es necesario que funcionen los hospitales y que la red de generadores de electricidad con diesel no es sostenible a largo plazo.
Las aclaraciones de Rosselló siguen a unas palabras del comandante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, Todd Semonite, divulgadas hoy en las que el militar señala que devolver el servicio de electricidad a la mayoría de residentes de Puerto Rico puede demorar hasta enero o febrero de 2018.
Semonite matizó además que devolver el servicio eléctrico al 100 % de los puertorriqueños puede llevar cerca de un año.
El militar indicó que el Gobierno federal tiene que tomar ahora la decisión de qué hacer con el actual sistema de generación de electricidad de Puerto Rico que cuenta con plantas de generación de hace cuatro décadas.
Los cálculos de Semonite están más cercanos a los que hace semanas apuntó el director ejecutivo de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Ricardo Ramos, quien poco después del paso del huracán María, el 20 de septiembre, sostuvo que el 100 % del servicio tardaría en recuperarse cerca de 9 meses.
Rosselló respondió entonces para indicar que ese plazo no era admisible, lo que obligó a Ramos a matizar que se tratará de cumplir con el marcado por el jefe del Ejecutivo.
“Necesitamos traer más recursos humanos y cumplir con los objetivos”, sostuvo Rosselló.
“Hay mucho trabajo por hacer”, reconoció Rosselló, tras pedir dejar atrás procesos burocráticos para que la ayuda de EEUU destinada a la infraestructura eléctrica llegue con la mayor premura posible.
El huracán María provocó la devastación total del sistema energético de la isla, en manos de la pública AEE, compañía con una deuda impagable cercana a los 9.000 millones de dólares cuyo servicio es denunciado por sus clientes como caro e ineficaz.