La tormenta, ya calificada como uno de los peores desastres naturales de los últimos años en Costa Rica, causó al menos 8 muertos y 17 desaparecidos en ese país.
El presidente costarricense, Luis Guillermo Solís, declaró ayer la emergencia nacional para agilizar la movilización de recursos para atender a los damnificados, que se encuentran en 95 albergues.
Las autoridades suspendieron las clases a nivel nacional y el Gobierno dio asueto a los trabajadores públicos con excepción de quienes deben trabajar en la atención de la emergencia.
Aunque Nate no impactó directamente a Costa Rica, ha generado grandes cantidades de lluvia, que en las últimas 24 horas en algunas de zonas del país equivalen al promedio de todo octubre pasado.
Comunidades enteras y comercios han sido inundados, algunos a la altura de los techos, así como también plantaciones agrícolas, a lo que se suman puentes derrumbados y carreteras seriamente afectadas.
Hay 500.000 personas sin servicio de agua potable, 18.500 afectados en el suministro eléctrico. Los aeropuertos se mantienen funcionando de manera normal, aunque varias de las aerolíneas cancelado al menos una veintena de vuelos este jueves como medida de prevención.
Los pronósticos indican que Nate seguirá provocando fuertes lluvias en Costa Rica al menos hasta este viernes.
El partido entre Costa Rica y Honduras por la eliminatoria al Mundial de Rusia 2018 que estaba programado para este viernes fue aplazado para el sábado, mientras que la jornada 13 del torneo local de fútbol programada para el fin de semana fue suspendida.
En Nicaragua, el Gobierno confirmó ayer la muerte de 11 personas y la desaparición de otras 7 en diferentes sucesos, la mayoría arrastrados por ríos crecidos cuando intentaban cruzarlos, ocurridos en zonas rurales del país a causa de las lluvias asociadas a Nate y a la temporada de lluvias.
La vicepresidenta y primera dama nicaragüense, Rosario Murillo, precisó que 10 personas perdieron la vida, las últimas 3 arrastradas por corrientes en el municipio de San Juan de Limay, en el departamento de Estelí, norte de Nicaragua.
Las autoridades mantiene un alerta amarilla de prevención desde el miércoles en Nicaragua, cuyas autoridades de socorro han dicho que 25 municipios ubicados en 11 de los 15 departamentos del país has sido afectados por las lluvias.
Los reportes oficiales preliminares indican que habría alrededor de 2.764 viviendas anegadas o inundadas, la gran mayoría, en el departamento de Rivas, en las costas del Pacífico de Nicaragua, y de Chontales.
En Honduras, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), declaró el alerta amarilla, de vigilancia, para 16 departamentos del país, donde al menos 3 personas han muerto y otras 3 han sido reportadas como desaparecidas a causa de las lluvias derivadas de fenómenos naturales en el Caribe y el Pacífico, informaron fuentes oficiales.
Ayer murieron 2 personas, a la que se suma una mujer cuyo cuerpo fue hallado en una aldea luego de que anoche se desbordara una quebrada por las lluvias asociadas a Nate.
En Panamá fue encontrado este jueves el cuerpo de una mujer que desapareció anoche en un naufragio cerca de la Bahía de Panamá, frente a la capital.
Las autoridades de socorro panameñas mantienen un aviso de prevención ante las lluvias con vientos registrados en las últimas horas, e informaron este jueves de la caída de 17 de árboles, algunos deslizamiento de tierras en carreteras del interior, desprendimiento de techos e inundaciones de casas en comunidades de las provincia de Veraguas y Chiriquí, esta última fronteriza con Costa Rica.
Nate cruzará el noreste de Nicaragua y el este de Honduras en las próximas horas para salir nuevamente al de Marzo Caribe, donde podría fortalecerse, y dirigirse posteriormente hacia la Península de Yucatán (México), donde podría impactar a últimas horas de este viernes, indicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU. en su boletín emitido de las 18.00 GMT.