De acuerdo a la portavoz del gobernador de la región, Rita Shilájova, el autobús se caló justo cuando cruzaba por una vía mientras la mayoría de los pasajeros dormía.
El conductor empezó a gritar y unos 30 pasajeros bajaron para intentar empujar el vehículo.
En ese momento el tren alcanzó al autobús, que quedó literalmente destrozado, según Shilájova.
Agregó que los pasajeros que habían descendido del autobús sobrevivieron y que las víctimas están entre aquellos que permanecieron en su interior.
Según la agencia Ria Nóvosti, que cita al departamento de transporte del Comité de Instrucción ruso, el autobús venía desde Kazajistán y transportaba a pasajeros uzbekos, y hay varios heridos hospitalizados.
El maquinista del tren, que hacía la ruta San Petersburgo-Nizhni Novgorod, activó el freno de emergencia, pero la distancia fue insuficiente para evitar la colisión.