Dane Norem atendió un llamado policial alertando de que un sujeto tenía intención de suicidarse en la ciudad Riverside, California (EE.UU.). El hombre colgaba de una reja al borde de un paso elevado, y amenazaba con acabar su vida saltando a una concurrida carretera.
Al llegar al sitio, el oficial salió corriendo del coche patrulla y sujetó al suicida por la pierna para evitar que se arrojara al vacío, sin imaginar que su propia vida era la que corría peligro: el sujeto sacó un cuchillo y apuñaló al policía siete veces, una de ellas en el ojo.
El incidente ocurrió en octubre de 2012, pero no fue hasta esta semana que Norem rompió el silencio. "Cuando me acuchilló en el rostro no sentí dolor verdaderamente. Sentí como si me hubiera estallado un globo de agua", relató en una entrevista con Desert Sun.
Las imágenes difundidas por ese medio muestran que Norem no se rindió en ningún momento, y mantuvo al individuo hasta que fue posible neutralizarlo con apoyo de otro oficial. Sin embargo, su ojo derecho quedó prácticamente destrozado, al igual que su trabajo.
"Todo el mundo pensaba que estaba acabado. Yo mismo estaba 100% seguro de que nunca podría volver a hacer mi trabajo", contó Norem, que increíblemente pudo volver a su oficio tres años después gracias a una cirugía revolucionaria que le devolvió la visión.