Con sus vientos de casi 200 km/h y un diluvio de proporciones bíblicas, el gobernador de Florida ha querido alertar del peligro del fenómeno: “Esta tormenta es mortífera y nuestro estado nunca ha visto algo igual. Los millones de habitantes de Florida serán testigos del impacto del huracán, con los peligrosísimos vientos y las lluvias. El peligro de inundaciones en las costas este y oeste de Florida ha aumentado. El nivel de las aguas subirá probablemente entre 2 y 4 metros en algunos lugares.”
Los cayos de Florida han sido los primeros en sentir la furia de Irma, con varios tornados que llegaron incluso a tocar tierra. Son la avanzadilla de un huracán que podría emular la destrucción propagada por Harvey hace unos día en Texas: un ciclón sumamente potente pero que se desplaza lentamente, teniendo así tiempo de descargar enormes cantidades de lluvia sobre lugares anegables.
42 refugios han sido instalados en el área de Miami, que tiene previsto instaurar un toque de queda.