Abreu, premiado en numerosas ocasiones por trabajos sobre la inmigración haitiana en la República Dominicana, es uno de los artistas de la diáspora con más credenciales en ultramar, pero con sus recientes creaciones en las que sugiere con las dos banderas, la fusión de las dos media islas, está cosechando el rechazo de cientos de dominicanos y activistas que se han destapado en las redes con severas críticas en su contra.
Anoche, este reportero trató de localizar a Abreu y al Comisionado Dominicano de Cultura, Carlos Sánchez, para una explicación de porqué el cuadro con las banderas de República Dominicana y Haití, se exhibe en una institución estatal.
Ninguno de los dos estuvo localizable para una respuesta.
Muchas de las personas que acuden a la primera planta del comisionado en la calle 145 en el Alto Manhattan, reaccionan asombradas y airadas por la exhibición de la pintura.
Pero no es la primera vez que el pintor y escritor de Miches, asume públicamente su posición respecto al tema.
En 2013, Abreu ganó por segunda vez un premio por su ensayo “Sin Haitianidad No Hay Dominicanidad”, título con el que también bautizó el cuadro que se exhibe en el comisionado.
En abril de 2016, Abreu expuso el mismo tema en un simposio realizado en el teatro Martin E. Segal de Nueva York y antes, en julio de 2012, se pronunció con igual posición en una actividad realizada en el Salem Artn Works, con el mismo tema.
Posteriormente, estuvo exponiendo en la 18va. Conferencia Anual de la Mesa Redonda Dominico Americana (DANR) en Washington en foro sobre inmigración con el tema “Nuestra Herencia Haitiana: Sin Haitianidad No Hay Dominicanidad”.
En ese foro, según los organizadores, Abreu ofreció una disertación provocativa sobre su investigación acerca de las relaciones dominico-haitianas.
También es autor del libro “Perejil”, una palabra que muchos, los haitianos no pueden pronunciar correctamente en español y que según los historiadores, fue usada por las hordas trujillistas que a comienzos de los años 30, asesinaron a cientos de esos inmigrantes, especialmente en las franjas fronterizas, cuando eran identificados como nativos del vecino país.