El joven de 20 años informó a las autoridades que desde hacía tres años era perseguido de manera brutal por sus excompañeros por desear abandonarlos.
El “disidente” narró que formaba parte de la banda de “Villaverde” desde los 13 años y que para ingresar debió dar palizas y participar en multitudinaria reyertas.
El ahora arrepentido había sido detenido en varias ocasiones y en 2013 decidió abandonar el clan, a pesar de que conocía las consecuencias que acarrearía esa decisión.
Después de cuatro años de persecución, el pasado mes de mayo lograron agredirlo con machetes en cinco ocasiones.
Las autoridades detuvieron a los nueve integrantes de la banda, tres de ellos menores de edad y algunos de hasta 23 años.