Mientras se llevaba a cabo la operación, se informó que el hombre había sido arrestado en Sant Sadurní d"Anoia, Barcelona, si bien después se precisó que Abouyaaqoub había sido abatido.
Horas antes, el consejero de Interior de Cataluña, Joaquim Forn, confirmó que Younes Abouyaaqoub era el único ocupante de la furgoneta con la que atropelló a la multitud.
El hombre de 22 años y origen marroquí, que se encontraba bajo orden de captura, "es peligroso y podría ir armado", según reza un tuit de los Mossos d"Esquadra, las fuerzas de seguridad de Cataluña.
Por su parte, la madre de Abouyaaqoub ha pedido a su hijo que se entregue y ha condenado los atentados. "El islam no dice para nada que matemos a la gente. El islam es otra religión que dice que tiene que debe haber paz y amor", ha asegurado.
Varios casos de terrorismo en Cataluña en los últimos días
Un día después del atropello masivo perpetrado por Younes Abouyaaqoub en Barcelona, la Policía abatió a cinco hombres en Cambrils, una localidad costera al sur de la capital catalana, cuando intentaban perpetrar otro atentado similar. Al menos una persona murió y cinco resultaron heridas a consecuencia del ataque.
La célula yihadista responsable de los atentados en Barcelona y en Cambrils, formada por doce terroristas, preparó los ataques durante seis meses en una residencia de la municipalidad de Alcanar, ubicada a 180 kilómetros de la capital, sin despertar sospechas, afirmó el jefe de la Policía catalana, Josep Lluís Trapero.
Al menos ocho de los doce terroristas de la célula identificados acumularon grandes cantidades de bombonas de gas butano y propano en la vivienda de Alcanar que robaron en gasolineras y en casas que las recibían a domicilio.
Además, el jefe de los Mossos explicó que los terroristas estaban a punto de terminar la preparación de los explosivos para cometer uno o varios ataques de forma "inminente" para causar "bastante más daño". Según fuentes de la lucha antiterrorista, la célula quería cobrarse "cientos de muertos" con explosiones en diferentes lugares simbólicos de la capital catalana, si bien la tragedia fue evitada gracias a los esfuerzos de las fuerzas del orden público.