Los muertos eran nativos de Licey al Medio (Santiago de los Caballeros) y amigos por años, y residían en la avenida Bruce, en Yonkers. Se espera que los cadáveres sean trasladados en los próximos días a Nueva York, donde serán velados.
El área donde se ahogaron es conocida como Long Island Sound. Los cadáveres fueron recuperados a las 4:00 de la tarde.
Las autoridades rindieron el informe oficial entrada la noche de ayer.
El periódico Connecticut Post publicó la noche del sábado que los cuerpos de Paulino y Cruz fueron rescatados por una unidad marina de la Policía.
El jefe de la uniformada en Farfield, Gary McNamara, le dijo al periódico que ellos estaban acompañados por otros dos hombres, uno de los cuales también cayó al agua, pero logró ser rescatado por los buzos.
“Emocionalmente, esta es una experiencia que altera la vida”, dijo McNamara.
Detalló que los cuatro hombres, todos residentes en Yonkers, fueron juntos a Penfield Reef para pescar. Pero poco antes de las 8:00 de la mañana, las cosas tomaron un mal giro. Uno estaba pescando en la playa, dijo McNamara, y los otros tres lo hacían desde el agua, cuando fueron arrastrados por una fuerte corriente.
La policía de Fairfield recibió una llamada de pescadores que necesitaban ayuda, y la Guardia Costera, con sede en New Haven, dijo que fue alertada inmediatamente.
El Departamento de Bomberos de Fairfield rápidamente rescató a uno de los hombres que habían sido arrastrados, dijo McNamara. Informó que estaba inicialmente inconsciente cuando fue sacado del agua, pero los socorristas de emergencia pudieron revivirlo.
Los bomberos de la ciudad tomaron la delantera en la búsqueda y rescate, y unidades de rescatistas formaron parte de dos grupos.
Los equipos de emergencia incluyeron buzos de Fairfield, Bridgeport, Westport, Stratford, y Milford, junto con la Guardia Costera.
McNamara dijo que la Unidad Marina de la Policía de Fairfield salió durante la marea baja antes de que cayera el sol.
“Ellos fueron los que recuperaron los cuerpos”, dijo. “Y ahora estamos trabajando con las familias para consolarlas”.
Lamento familiar
En Yonkers, familiares y amigos de los ahogados reaccionaron devastados por la tragedia.
“Cuando me dieron la noticia, me quedé sorprendida y todavía no lo puedo creer”, dijo una amiga de las víctimas que se identificó como María.
Destacó que Paulino y Cruz eran militantes de la iglesia cristiana y siempre la invitaban a los servicios.
“Ellos vivían pescando y siempre me traían pecados”, agregó la amiga de los muertos.
“Eran dos fieles amigos y trabajadores incansables, dos personas que merecían cualquier ayuda habida y por haber”, dijo Inocencio Méndez. “Ellos eran mis amigos de toda la vida, pero ya… se fueron juntos”, añadió.
Uno de los ahogados tenía dos hijos que deja en la orfandad.