La Asamblea Nacional Constituyente ha emitido un decreto que ordena al Consejo Nacional Electoral que adelante para octubre las elecciones de gobernadores fijadas para diciembre. En el documento no se especifica una fecha.
Después de purgar a los altos cargos de los poderes públicos, el congreso del mandatario Nicolás Maduro está tomando decisiones que configuran escenarios favorables para el régimen, que se debate entre la urgencia de maquillar su desfigurada democracia y la necesidad de garantizarse el control del Ejecutivo. Para avanzar en ese objetivo han ratificado en su cargo al propio gobernante venezolano y a los cinco rectores del CNE.
El adelanto representa un nuevo tropiezo para la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que esta semana, pese a algunas críticas, decidió inscribir sus aspirantes. Por decisión del CNE la alianza enfrentaba la limitación de no poder participar con su tarjeta en un tercio de los estados. En principio no es un problema mayor porque las formaciones que la componen podrían llegar a acuerdos para presentar candidaturas unitarias con la identificación de un partido. Desde 2010 la MUD presenta aspirantes únicos para enfrentar con mayores posibilidades al oficialismo. Cuando no es posible lograr consensos celebran elecciones primarias y postulan al ganador.
El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela parte con la ventaja de que no debe replantearse candidaturas en virtud de su naturaleza prusiana y vertical. Pero a la vez sus aspirantes están condenados por el pésimo legado del control de la economía impuesto por Maduro durante toda su gestión, que implica el financiamiento de su clientela electoral con una menguada renta petrolera. Las encuestas pronostican que, si concreta sus alianzas, la MUD podría obtener hasta 18 de las 23 gobernaciones en disputa.
En todo caso, siempre está latente la posibilidad de que la Constituyente retrase o suspenda los comicios si comprueba que los candidatos del oficialismo no levantan en los estudios de opinión. El congreso de Maduro, que no tiene oposición y es considerado fraudulento por la mayoría de los países de la región, tiene a la mano la excusa de la amenaza imperial.