El caso de la desaparición del estudiante de psicología Bruno Borges, quien fue visto por última vez durante un almuerzo familiar en su casa en la ciudad brasileña de Río Branco el pasado 27 de marzo, se convirtió en Brasil en un verdadero misterio, parte del cual se resuelve ahora ?casi 5 meses después? con la vuelta del joven de 25 años.

El padre de Bruno ha confirmado que su hijo por fin ha regresado a casa este viernes y se encuentra bien, informa el portal G1. Sin embargo, aseguró, no va a quedarse por mucho tiempo y tendrá que vivir en otro sitio debido al incrementado interés sobre su figura.

Por el momento no se brindaron más datos acerca de su paradero o su intención.

Antes de desaparecer, Borges convirtió su habitación prácticamente en una "cámara secreta": en lugar de muebles, el cuarto estaba lleno de numerosos manuscritos encriptados, símbolos ocultos, dibujos con formas geométricas y una estatua del filósofo Giordano Bruno. Los misteriosos mensajes dejados tanto en las paredes como en el suelo ocuparon casi todo el espacio.

Los familiares de Borges sabían que estaba trabajando en un proyecto sobre el que el joven siempre se negaba a hablar o dar detalles, pero no se imaginaban nada parecido a lo que vieron cuando este desapareció.

Borges también dejó 14 libros escritos en un lenguaje codificado e identificados con números romanos. Según le confesó a su madre un día, los libros en los que estaba trabajando traerían buenos cambios para la humanidad. El primer volumen de la extraña colección, "TAC: La teoría de la absorción del conocimiento", entró por una semana, del 24 al 30 de julio, en la lista de superventas entre la literatura de no ficción.

Tras varios meses de la investigación de la misteriosa desaparición del joven, la Policía encargada del caso sostuvo que su ausencia fue voluntaria. A favor de esta versión se expresó el delegado Alcino Júnior, quien afirmó que de esta manera Borges quería dar publicidad a sus 14 libros y garantizar la divulgación de su trabajo.