La conversación telefónica entre ambos mandatarios coincidió con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela -un órgano integrado únicamente por representantes afines al Gobierno- en el Palacio Federal Legislativo en Caracas, pese al rechazo de la oposición y de buena parte de la comunidad internacional.
El Departamento de Estado subrayó que considera “ilegítima” tanto la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) como el proceso con el que fue elegida.
Washington también ha advertido de que responderá a la instalación de la ANC con nuevas sanciones “robustas”, y ha amenazado con tomar medidas contra quienes tomen parte en ese órgano, que podrá depurar las instituciones del Estado críticas con el Gobierno de Maduro.
Por su parte, la Unión Europea (UE) y sus Estados miembros emitieron este miércoles un comunicado en el que “llamaron solemnemente a quienes tengan mandato democrático en Venezuela a negociar una salida y suspender la instalación efectiva de la Asamblea Constituyente”.
Al margen de Venezuela, Trump y Macron hablaron también de “cómo aumentar la cooperación para abordar las actuales crisis en Siria e Irak y contrarrestar la maligna influencia iraní”, señaló la Casa Blanca.
Igualmente, los dos gobernantes abordaron una “posible resolución política en Libia” y la lucha contra “la actividad terrorista en la región del Sahel en África”.
Por último, Trump y Macron reafirmaron la “importancia de que todas las partes apliquen los acuerdos de Minsk para alcanzar un acuerdo pacífico en Ucrania”, y trataron cuestiones de interés mutuo relacionadas con Corea del Norte.
El presidente departió con su colega francés antes de viajar a su club de golf en la pequeña localidad de Bedminster, en Nueva Jersey, donde pasará sus vacaciones estivales hasta el 20 de agosto.