De esta manera, Trump, quien mostró su disgusto con Sessions la semana pasada al asegurar en una entrevista que de saber que se recusaría en la investigación del "Rusiagate", la investigación sobre los supuestos lazos de su campaña con Rusia, no le hubiera nominado, ahora vuelve a la carga cuestionando el papel del fiscal general en uno de sus temas de batalla con Clinton, que sacó a relucir el fin de semana.
El pasado fin de semana, Trump cuestionó por qué Robert Mueller, el fiscal especial nombrado por el Departamento de Justicia para desentrañar el "Rusiagate", no estaba investigando los 30,000 correos electrónicos borrados del servidor articular que utilizó Clinton.
Trump, "frustrado" con Sessions
Estos nuevos ataques contra Sessions se producen en medio de un creciente número de informaciones de que el mandatario está sopesando sustituirlo. Este martes, el diario The Washington Post publicó que "el equipo de Trump sopesa opciones para reemplazar" al fical general.
Según el diario, tanto el presidente como sus consejeros "están de manera privada discutiendo la posibilidad de reemplazar al fiscal general Jeff Session".
Este arriesgado movimiento político, que sin duda causaría un gran revuelo en Washington, es considerado por algunos del entorno de Trump como "parte de una estrategia para despedir al fiscal especial Robert S. Mueller III y poner fin a la investigación sobre si la campaña de Trump se coordinó con el Kremlin para influir en las elecciones presidenciales del 2016".
Por su parte, el nuevo director de comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, ahondó este martes en esta dirección al sostener que Trump posiblemente acabe despidiendo a Sessión.
Durante una entrevista en el “The Hugh Hewitt Show”, al ser preguntado sobre la posibilidad del cese del fiscal general, no dudó en responder que "conozco muy bien al presidente, y si hay ese nivel de tensión en la relación, que es público, entonces seguramente usted tiene razón".
Scaramucci, que recalcó que Trump no está contento con el trabajo de Sessions, trató de aclarar que él no hablaba por el presidente, pero dejó claro que Trump se encuentra "desde luego frustrado".
Todo esto se produce en medio del escándalo por el Rusiagate que han llevado a declarar ante el Congreso a su yerno, Yared Kushner, actual asesor de la Casa Blanca, que ayer compareció ante el Senado y este martes lo hará ante el comité de Inteligencia de la Cámara de los Representantes.
Las acusaciones de Trump vienen en medio del escándalo por el "Rusiagate" que ha salpicado a varios miembros de su familia y ha llevado a declarar ante el Congreso a su yerno, Yared Kushner, actual asesor de la Casa Blanca, que ayer compareció ante el Senado y este martes lo hará ante el comité de Inteligencia de la Cámara de los Representantes.
En su primera intervención Kushner negó haber confabulado con el Kremlin para beneficiar la elección de Trump, que también alabó el papel de su yerno, continuó con su discurso de que se trata de una caza de brujas e ironizó cuestionando si el siguiente escrutado será su hijo Barron, de 11 años.