Los padres de Rajabbi Khurshed, de 18 años, habrían arreglado el matrimonio de su hija, sin que ella ni siquiera conociera a su futuro esposo. Lo que no imaginaban sus progenitores, es que tras solo días de consumarse el casamiento con Zafar Pirov, de 24 años, en su pueblo natal de Chorbogh, Tayikistán, la joven terminaría acabando con su vida luego de resultar víctima de múltiples humillaciones por parte de su esposo, informa Radio Free Europe.
Según el medio, ya desde la noche de bodas los recién casados habrían discutido sobre la virginidad de Khurshed. Los padre de la joven aseguran que su hija había pasado los exámenes médicos correspondientes ante de casarse y contaba con las constancias que demostraban que no tenía problemas de salud y que era virgen.
Desde 2015, en esa nación euroasiática es obligatorio por ley que los pretendientes a contraer matrimonio presenten pruebas médicas sobre su condición de salud antes del acto nupcial. Con la medida, las autoridades plantearon un mecanismo de lucha contra las enfermedades sexuales. No obstante, este es constantemente utilizado para determinar paralelamente la virginidad de las jóvenes en una sociedad muy conservadora como la tayika.
El medio agrega que luego de que Pirov dudara sobre la virginidad de Khurshed, le pidió que se hiciera nuevamente el test de virginidad, y pese a que los resultados arrojaron que la joven era virgen, el futuro esposo no creyó, exigió otro examen y posteriormente pidió tener una segunda esposa.
Luego de los múltiples abusos y humillaciones que Khurshed habría sufrido en su corta vida matrimonial, decidió quitarse la vida. De acuerdo a la información suministrada por las autoridades, la joven murió en un hospital local tras ingerir una dosis fatal de vinagre.
Actualmente, las autoridades están investigando las causas que llevaron a la joven a cometer este acto. Por su parte, Pirov es acusado de conducir a su mujer al suicidio y podría enfrentar hasta 8 años de prisión.