Los congresistas Michelle Lujan (Nuevo México), Joaquín Castro (Texas), Vicente González (Texas), Lou Correa (California), Juan Vargas (California), Nanette Díaz Barragán (California) y Raúl Grijalva (Arizona) cruzaron la frontera con ese fin.
"Esto se trata de humanidad, se trata de apoyar a veteranos, a personas que portaron el uniforme", dijo Joaquín Castro.
"Solo un pequeño porcentaje de norteamericanos sirve a su país en las Fuerzas Armadas, estos hombres y mujeres lo han hecho y ahora están en una tierra ajena sin la ayuda que necesitan, su país los ha abandonado aquí", agregó el también vicepresidente del Caucus Hispano del Congreso.
Para la delegación, este es el momento para que la administración federal "haga lo correcto" y ayude a quienes alguna vez arriesgaron su vida por el país.
Por ello, esperan que el presidente Donald Trump considere una acción ejecutiva para ayudar a veteranos deportados o, de lo contrario, impulsarán cuántas iniciativas de ley sean necesarias para que los excombatientes reciban los servicios a los cuales tienen derecho por su tiempo en las Fuerzas Armadas.
Actualmente, el congresista Juan Vargas impulsa proyectos de ley para garantizar que quienes se enrolen en la milicia obtendrán la ciudadanía y evitar de esta manera la deportación de más veteranos de guerra.
Los congresistas Raúl Grijalva y Rubén Gallego ya han presentado también iniciativas de ley ante el Congreso y se espera que en breve, los congresistas Joaquín Castro y Vicente González harán lo propio con el fin de evitar deportaciones y buscar el reingreso de quienes ya han sido expulsados del país.
Grijalva consideró que la opción más viable para ayudar a los excombatientes es el Congreso, ya que duda que vaya a haber alguna resolución desde la Casa Blanca.
"Yo no espero que Trump vaya a hacer una orden ejecutiva para ayudar a estos hombres y mujeres, y si vamos a cambiar esto tiene que ser por una ley", aseveró.
Estados Unidos puede haber deportado ya a más de 230 veteranos de guerra, según un estudio publicado el año pasado por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
En 2016, había más de 300.000 veteranos no nacidos en el país que vivían en Estados Unidos, de los cuales 97.000 no tenían la ciudadanía.
El reporte denuncia que se les hizo creer a veteranos que obtendrían la ciudadanía de manera automática cuando en realidad debían hacerlo a través del proceso de solicitud.
Para Norma Chávez-Peterson, presidenta de ACLU en San Diego, sería muy interesante ver el regreso de excombatientes a Estados Unidos durante la administración de Donald Trump.
"(Trump) habla de cómo valora el servicio militar, entonces esta sería una oportunidad de que haga algo, que demuestre que sus palabras son sinceras, estos son veteranos que sacrificaron su vida por el país y sería un milagro y algo muy bueno", comentó a Efe.
Para la coalición era importante hacer la visita a México para también atraer la atención de otros legisladores que desconocen que Estados Unidos ha deportado a miembros de sus Fuerzas Armadas, dijo a Efe la presidenta del Caucus Hispano del Congreso, Michelle Lujan Grisham.
La congresista espera que el mensaje llegue hasta el Departamento de Asuntos de los Veteranos y si es necesario, que se considere llevar atención médica para excombatientes directamente a México.
Durante su visita el grupo de legisladores tuvo oportunidad de escuchar los casos de viva voz de decenas de excombatientes, quienes les reiteraron su compromiso con el país que juraron proteger.
"Esto es una injusticia y vamos a trabajar todos colectivamente para que regresen a Estados Unidos", les dijo el congresista Lou Correa.
Héctor Barajas, director de la casa de apoyo para veteranos deportados en Tijuana, destacó que la visita de los siete congresistas refuerza la esperanza de quienes confían en algún día regresar a casa con sus familias.
"Nos da esperanza de que tal vez podamos regresar a casa, entonces estoy entusiasmado, ellos son los que pueden cambiar las leyes además del presidente, entonces espero que algo pase".