Cepeda, quien nació en la Gran Manzana, apoya el movimiento santuario que va en crecimiento por las políticas y retórica del presidente Donald Trump.
“Los que hemos nacido aquí creo que tenemos que ser más agresivos y defender a nuestra gente. Ellos (los indocumentados) no pueden hacer estas cosas”, dijo Cepeda.
“Ahora mismo viene un indocumentado aquí a hacer una huelga de hambre y viene ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) y se lo lleva”, dijo.
Sentado en las escalinatas de la catedral en Manhattan, Cepeda recordó que su padre emigró hace más de dos décadas desde República Dominicana. Su madre tuvo que esperar en el país caribeño hasta que él pudo regularizar su situación.
“Estamos orgullosos de haber nacido aquí, pero no olvidamos nuestras raíces. Por eso me duele toda esta gente que no ha tenido la misma suerte que yo”, relató.
Dijo que la Arquidiócesis de Nueva York cuenta con iglesias suficientes, incluso algunas en desuso, que pueden acoger a algún inmigrante indocumentado.
La arquidiócesis dijo en un comunicado que en medio de la retórica y acciones “inaceptables” ha “intensificado” sus esfuerzos para garantizar que los inmigrantes y refugiados tengan apoyo.