La administración de Temer _que llegó al poder hace un año tras una batalla difícil por un juicio político que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff_ ha resistido ya varios escándalos, pero con la moneda y las acciones de Brasil sujetas a los vaivenes de la ansiedad sobre la nueva crisis política, pocos creen que pueda permanecer en el cargo después de los señalamientos más recientes contra el político de carrera, de 76 años de edad.
Documentos publicados el viernes por el Supremo Tribunal Federal de Brasil revelaron que el principal fiscal de la nación está acusando a Temer de corrupción y obstrucción a la justicia. Eso ocurrió un día después de que el influyente periódico O Globo publicara que el presidente había sido grabado en secreto aprobando presuntamente un pago de dinero a un exlegislador, que está en la cárcel por corrupción, a fin de mantenerlo callado.
Las acusaciones hechas por el fiscal general Rodrigo Janot representaron una escalada importante en las amenazas contra la presidencia de Temer, así como un acontecimiento extraordinario en una pesquisa anticorrupción de tres años que ha trastornado la política y prácticamente todos los demás ámbitos de la nación más grande de América Latina.
Y eso no es todo: según un acuerdo con la fiscalía _difundido como parte de varios documentos que el Supremo Tribunal Federal dio a conocer_ el hombre que hizo la grabación de Temer agregó que pagó 1,5 millones de dólares en sobornos a Temer.
En un golpe político más contra Temer, a los llamados que piden su renuncia se unió el viernes O Globo, el periódico más grande del principal conglomerado de medios en Brasil y que hasta ahora había apoyado las reformas propuestas por Temer para estimular la economía.
En general, el grupo ejerce gran influencia entre los brasileños debido a sus telenovelas populares y su predominio entre los medios locales de comunicación masiva.
“El presidente ha perdido las condiciones morales, éticas, políticas y administrativas para seguir gobernando Brasil”, dijo O Globo en un editorial.
La presentación formal de la evidencia contra Temer por parte del fiscal general agravó la ira pública provocada por el informe de O Globo del miércoles sobre la grabación secreta.
El fiscal general Janot dijo que a través de métodos legislativos e influyendo sobre investigadores de la policía, Temer y el senador Aecio Neves intentaron descarrilar la investigación anticorrupción “Autolavado”, de tres años de duración, relacionada con la empresa estatal Petrobras.
“En este sentido, hay evidencia de posible comisión del delito de obstrucción de la justicia”, escribió Janot.
Como el asunto implica a un presidente en turno, el proceso es distinto a cualquier otro caso penal. Debido a que hay una investigación formal abierta, el siguiente paso de Janot es decidir si las acusaciones tienen méritos suficientes para remitir el caso a la Cámara de Diputados.
Si al menos dos tercios de los miembros de la cámara baja votan a favor, el caso será regresado al máximo tribunal, que decidirá entonces si Temer es sometido a juicio. Si la corte decide enjuiciar a Temer, sería suspendido por 180 días. Si es declarado culpable, será destituido.
Por lo menos ocho iniciativas han sido presentadas en el Congreso para someter a Temer a juicio político, y personas de diversos sectores exigen la renuncia del presidente.
El viernes, el ex magistrado presidente Joaquim Barbosa sumó su voz en contra de Temer.
“No hay otra salida: los brasileños deben organizarse, salir a las calles y exigir con fuerza la renuncia inmediata de Michel Temer”, tuiteó Barbosa.
En tanto, el gobierno empezó a cuestionar tanto la legalidad como el contenido de la grabación.
La persona que efectuó la grabación, Joesley Batista, directivo de la empresa empacadora de carne JBS, está siendo investigado y quiso “aprovechar” la situación, agrega el comunicado. La grabación fue entregada a los fiscales como parte de un acuerdo de declaratoria con Batista.
En los documentos difundidos el viernes, Batista también señaló que su compañía pagó a Temer unos 1,5 millones de dólares de 2010 a 2017. Algunos de esos recursos fueron disfrazados de donaciones legales de campaña y otros fueron canalizados al asesor de imagen pública de Temer, Elsinho Mouco, señaló Batista.
De momento fue imposible ubicar a Mouco para que hiciera declaraciones. La presidencia tampoco respondió de momento a las solicitudes para que hiciera declaraciones sobre las revelaciones más reciente.
Los líderes de varios partidos políticos en la coalición gobernante de Temer planeaban reunirse el sábado con sus miembros en Brasilia. Una pérdida de apoyo a la coalición debilitaría aún más la posición del presidente.
El colegio de abogados de Brasil también convocó una reunión para la tarde del sábado a fin de analizar el futuro de Temer. Hace un año, el mismo organismo presentó una solicitud para la destitución de Rousseff, quien más tarde fue expulsada por manipular ilegalmente el presupuesto federal.
“La sociedad necesita una respuesta a lo que está pasando”, dijo Claudio Lamachia, jefe del colegio de abogados.