Así lo afirmó este domingo el asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, H.R. McMaster, en declaraciones a la cadena estadounidense ABC desde Kabul, Afganistán, adonde llegó para tratar la situación de ese país en materia de seguridad.
“Creo que hay un consenso internacional ahora, que incluye a China, de que esta situación simplemente no puede continuar“, afirmó McMaster sobre la tensión con Corea del Norte.
“El presidente (Trump) ha dejado claro que no aceptará que Estados Unidos y sus aliados y socios en la región estén bajo la amenaza de este régimen hostil con armas nucleares”, agregó.
Sobre el lanzamiento fallido el sábado de un misil norcoreano, McMaster comentó que “encaja en el patrón de comportamiento provocador, desestabilizador y amenazante del régimen de Corea del Norte“.
“No está claro qué haremos (…) pero está claro que el presidente (Trump) está decidido a no permitir este tipo de capacidad de amenazar a Estados Unidos”, indicó.
“Nuestro presidente tomará la acción que sea mejor en el interés del pueblo estadounidense“, añadió.
Mayor aliado
Trump había señalado poco antes en Twitter que “China está trabajando con nosotros en el problema norcoreano“.
China es el mayor aliado de Corea del Norte y ha venido siendo presionado por Washington para que ejerza mayor presión sobre su vecino, según analistas.
Las declaraciones de este domingo son la primera confirmación de que Estados Unidos y China trabajan juntos en cómo responder a Corea del Norte.
Por su parte, el presidente chino President Xi Jinping ofreció cooperación en “comunicación y coordinación” en su encuentro con Trump la semana pasada, según el correponsal de la BBC en Shanghai, Robin Brant.
“Provocación”
El lanzamiento fallido norcoreano se produjo poco antes de que el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, aterrizara en Seúl para iniciar una gira asiática en la que el tema norcoreano será central.
Pence calificó este domingo la última prueba norcoreana de “provocación“.
“Les aseguro que nuestra determinación nunca ha sido más fuerte que bajo el liderazgo del presidente Trump, nuestro compromiso con esta histórica alianza con el valiente pueblo de Corea del Sur nunca ha sido más fuerte y, con vuestra ayuda y la ayuda de Dios, la libertad prevalecerá para siempre en esta península”, afirmó.
“La provocación de esta mañana del Norte es simplemente el último recordatorio de los riesgos que encara cada uno de ustedes cada día”, dijo Pence ante un grupo de militares estadounidenses en la base militar de Yongsan, en la capital surcoreana.
Un funcionario militar estadounidense que no fue identificado afirmó según informes que el misil disparado por Corea del Norte fue probablemente un proyectil de alcance intermedio y no uno con rango intercontinental (ICBM).
En enero el líder norcoreano, Kim Jong-un, aseguró que su país ultima el desarrollo de un ICBM que pueda alcanzar Estados Unidos.
Las declaraciones de Washington sobre una posible respuesta se suman al despliegue del portaaviones nuclear USS Carl Vinson en aguas de la península en respuesta a otra prueba de misiles que Pyongyang ya hizo el pasado 5 de abril.
Algunos analistas también consideran serias advertencias a Corea del Norte el ataque estadounidense sobre una base aérea en Siria y el uso de la mayor bomba no nuclear de la que dispone EE.UU. contra el autodenominado Estado Islámico (EI) en Afganistán.
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