García y Núñez de 37 y 26 años de edad respectivamente, fueron sentenciados a 188 meses y 132 meses, un total de 320 que deberán purgar en una cárcel federal de Estados Unidos.
Diez presuntos integrantes de la banda a la que pertenecía la pareja, fueron detenidos y procesados en el mismo tribunal.
Cayeron en una investigación que comenzó en 2013 y concluyó en agosto de 2014, con la detención de Raúl Hernández cuando estaba tratando de entregar más de 600 pastillas de Oxicodona en la casa de García y Núñez en la avenida del Este en Manchester.
La policía recuperó 800 pastillas y más de $30.000 dólares en efectivo, además de tres armas de fuego en la vivienda.
Como resultado de la investigación, las autoridades identificaron y procesaron al también dominicano Manuel Tirado, quien proveía las pastillas desde Nueva York a los traficantes en New Hampshire.
Conversaciones telefónicas grabadas por los federales, revelaron que Tirado suministraba algunas de las píldoras a García y sus distribuidores las estaban vendiendo.
En una ocasión, Núñez fue detenido en Massachusetts transportando $18.900 dólares en efectivo que se iban a utilizar para pagar las pastillas de Oxicodona a Tirado, dijeron los fiscales.
Más de $59.000 dólares en efectivo, fueron confiscados junto a cuatro armas de fuego, una cantidad considerable de municiones, y un carro Honda Accord.
García se declaró culpable de conspiración para distribuir y poseer drogas con intención de distribuirlas, posesión de una sustancia controlada, posesión de una sustancia controlada con intención de traficarla, conspiración para lavar instrumentos monetarios y posesión de un arma de fuego durante un crimen de tráfico de drogas.
Será deportado a la República Dominicana después que cumpla la sentencia.
Núñez declaró culpable de conspiración para distribuir y poseer con intención de distribuir, posesión de una sustancia controlada, posesión de una sustancia controlada con intención de traficarla, distribución de una sustancia controlada y posesión de un arma de fuego durante un crimen de tráfico de drogas.
El 27 de agosto de 2014, como parte de la investigación, los federales allanaron el apartamento 3 en el edificio 110 de la calle Haya en Manchester.
Lilian Núñez, abuela de Jennifer, recibió un disparo accidental cuando el agente de la DEA Michael Connolly, perdió el equilibrio mientras le daba patadas a una puerta, pero las heridas no fueron graves.
Dos de sus hijas fueron detenidas ese día y se declararon culpables.
La incursión de la DEA en la vivienda captó anotó $2000 dólares en efectivo y 1.600 pastillas de Oxicodona.
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