El ciclón, rebajado a tormenta tropical después de tocar tierra en el estado nororiental de Queensland el martes, se extendió hacia el sur con fuertes vientos y lluvias torrenciales.
Mäs de 100.000 hogares se han quedado sin electricidad, mientras que seis ríos se han desbordado y diversas carreteras han sido cortadas.
Las autoridades han afirmado que lo peor ha pasado, aunque los servicios de emergencia continúan asistiendo a las víctimas del temporal.
“Hemos centrado nuestros esfuerzos en las últimas 24 horas en rescatar a personas afectadas por las inundaciones. Ahora estamos centrados en aquellas que han quedado aisladas, queremos asegurarnos de que tienen suficiente comida y agua. Esperamos que la situación vuelva a la normalidad de aquí al lunes”, ha dicho Mark Smethurst, comisionado estatal de Emergencias.
Asimismo ha expresado que más personas podrían haber muerto en las últimas horas.
El ciclón Debbie ha sido el más potente en afectar Australia desde el Yasi, que en 2011 provocó un oleaje que causó numerosos daños en el litoral.
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