El suceso ocurrió en el mes de  agosto, en el domicilio familiar en un suburbio de Doubleview. Al parecer, este hombre le prendió fuego a la pequeña de  tres años por considerarla "demasiado guapa", según le confesó a un vecino. Este padre había pasado el día fumando cannabis y bebiendo alcohol. La hija mayor, de 7 años y diagnosticada con autismo, también fue rociada con gasolina pero no llegó a atacarla con fuego. 

Según el relato escuchado por el tribunal, y recogido por la publicación  The West Australian, un policía fuera de servicio oyó los gritos en la vivienda y rescató a las pequeñas. Todo ocurrió en presencia de la pareja del agresor a quien este  amenazó con  matar con un  cuchillo. 

El agresor está siendo juzgado por varios delitos por el Tribunal Supremo de Australia Occidental.