Los restos del avión, un viejo MIG-21 de fabricación soviética, fueron hallados en Turquía, cerca de la frontera. Tras nueve horas de búsqueda, las autoridades turcas hallaron al piloto, que estaba malherido, y lo trasladaron a un hospital de la localidad de Hatay.

El gobierno sirio ha reconocido la pérdida de uno de sus cazas, pero ha dado a entender que se debió a un fallo técnico.

En todo caso, el avión acababa de participar en un bombardeo que dejó cuatro muertos en Idleb. En esta provincia se desarrollan combates entre el Frente de la Conquista del Levante (antigua filial siria de Al Qaeda) y el Movimiento Islámico de los Libres de Sham.

Arropado por la aviación rusa, el régimen de Bachar al Assad recupera poco a poco terreno en el norte del país. Los recientes combates en la provincia de Alepo ha provocado el éxodo de 66.000 personas, según estimaciones de Naciones Unidas.