Cuando los Young descubrieron que el bebé que esperaban padecía anencefalia (una malformación cerebral congénita caracterizada por la ausencia parcial o total del cerebro, cráneo y cuero cabelludo) tomaron una decisión: llevar el embarazo hasta el final para donar después sus órganos a otros bebés que los necesiten.

El matrimonio descubrió que Eva tenía anencefalia durante una ecografía en la semana 19 de embarazo. “En un mar de lágrimas, Keri preguntó: ‘Si la llevo dentro hasta el final del embarazo, ¿podremos donar sus órganos?’”, relata su marido en un su cuenta de Facebook.

Royce Young, que trabaja en un conocido medio de comunicación de EE. UU. quiso compartir su historia. “Todo este proceso ha sido duro, pero lo digo como alguien que mira desde las gradas, como el resto de ustedes. Keri ha estado en la trinchera todo el tiempo, sintiendo cada patadita, cada hipo y cada movimiento. Recordando cada momento de cada día que lleva dentro a un bebé que va a morir”.

Creemos que sería irresponsable no donar los regalos que Eva trae consigo a otros