La cifra de víctimas varía según la fuente, ya que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de 48 muertos, mientras que el activista Abdeqader Abu Yusef, residente en Azaz, elevó en declaraciones telefónicas a Efe a 60 los fallecidos y a 150 los heridos.
El portavoz del Frente del Levante, coronel Abu Firás, cuyo grupo es la principal facción en la localidad, dijo a Efe por teléfono que la detonación se cobró la vida de cincuenta personas, entre ellas varios combatientes.
El Observatorio precisó que al menos catorce milicianos y guardias de un juzgado, que albergaba una corte islámica de los insurgentes, perecieron en el ataque.
Abu Yusef detalló que un camión cisterna con gasolina y cargado con explosivos estalló sobre las 11.30 hora local (09.30 GMT) delante del Tribunal Central de Azaz, tras atravesar un puesto de control.
El activista explicó que “la corte es independiente, pero en el edificio había presencia de combatientes del Frente del Levante”.
Destacó que todavía hay cadáveres bajo los escombros y que los heridos han sido trasladados a hospitales de la población y a Turquía.
Azaz es una ciudad del norte de la provincia septentrional siria de Alepo y en ella tienen su base grupos insurgentes sirios que participan en la operación “Escudo del Éufrates”, junto a las fuerzas turcas, contra la organización terrorista Estado Islámico (EI) y las milicias kurdas.
Abu Yusef subrayó que la facción principal presente en Azaz es el Frente del Levante, que toma parte en la ofensiva contra el EI, y que también hay otros grupos como el Movimiento Nuredín al Zinki, varias brigadas del Ejercito Libre Sirio (ELS) y el Movimiento Islámico de los Libres de Sham.
El coronel Abu Firás no dudo en apuntar al EI como posible autor del atentado.
“Con seguridad que ha sido el Dáesh (acrónimo en árabe del EI), porque tiene medios para perpetrar atentados con vehículos bomba y porque los combatientes de Azaz luchan contra él en el norte y el este de Alepo”, indicó el portavoz del Frente del Levante.
Pese a estas acusaciones, ni el EI ni ningún otro grupo han reivindicado por el momento el ataque.
Por su parte, el portavoz del opositor Consejo de la Provincia de Alepo Libre, Abu Zaer al Halabi, cuyo organismo administra las zonas bajo dominio rebelde en la región, declaró a Efe por teléfono que la sede del tribunal de Azaz resultó destruida por la explosión del camión bomba.
Según sus datos, los muertos son 60 y entre ellos hay 35 cuyas identidades aún no se han podido determinar, ya que “los cadáveres están completamente despedazados”.
Al Halabi agregó que hay informaciones confusas sobre cómo se produjo el atentado: “Hay versiones que apuntan a que el camión explotó tras atravesar un puesto de control de la corte, mientras que otras señalan que el vehículo estaba allí aparcado desde antes”.
Aparte del juzgado, también sufrieron daños materiales la sede de la municipalidad y de la Media Luna Roja Siria, así como el edificio de Correos.
Este ataque se ha registrado mientras está en vigor desde hace una semana en el país un cese de las hostilidades auspiciado por Rusia, que respalda al Gobierno de Damasco, y Turquía, valedora de los insurgentes.
De esta tregua están excluidos el EI y el Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda).
Desde finales de agosto, varias facciones rebeldes sirias, respaldadas por aviones y carros de combates turcos, desarrollan la ofensiva “Escudo del Éufrates” para expulsar al EI de la provincia de Alepo y frenar el avance de la alianza kurdo-árabe Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
Los insurgentes sirios y las fuerzas turcas han progresado desde el comienzo del ataque frente al EI en Alepo, donde ahora centran su ofensiva en la población de Al Bab, principal feudo de los extremistas en la región.
A esa zona han llegado refuerzos de soldados turcos, con vehículos, armas y municiones, informó hoy el Observatorio.
La pasada madrugada, al menos seis personas murieron en Al Bab por disparos de la artillería turca.
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