El joven, de origen puertorriqueño,  permanece en una cárcel del condado Broward y se espera que haga su primera comparecencia en una corte federal el próximo lunes.

El hermano de Santiago ha dicho:

“Ellos de antemano saben, no pueden decir que fue una persona que de la noche a la mañana hizo un acto, ellos ya sabían de antemano los pensamientos que él tenía y eso me da mucho coraje.

Él nunca ha sido musulmán y eso quiero que quede claro. Están diciendo en internet que se radicalizó pero no”.

El hermano hace referencia a lo que el FBI ya ha confirmado: en noviembre, el joven entró en una oficina de esta agencia federal para manifestar que el Gobierno de EE. UU. Controlaba su mente, lo obligaba a ver vídeos del grupo Estado Islámico y oía voces.